Gracias a la buena recomendación del forero “Ayerbe” visitamos en Coruña este establecimiento, que está ubicado en pleno centro histórico en una de las calles peatonales que desembocan a la plaza de María Pita. En una zona repleta de locales dedicados a la restauración, donde este mesón destaca por estar a rebosar, cuando los demás no lo están tanto. No reservan, por tanto hay que armarse de paciencia y esperar.
Decoración sencilla y funcional, local de geometría cuadrada, con una barra situada según se accede al local a la izquierda, que desemboca en una pequeña cocina, donde numeroso personal femenino está preparando las viandas que posteriormente degustará el comensal. No las conté pero no creo que disponga de más de diez o doce mesas, también dispone de terraza siempre que la inestable climatología gallega lo permita. Mesas sin vestir y la mayoría de los asientos son del tipo taburete, evidentemente no demasiado cómodos.
Cocina gallega (que ya de por sí abarca un amplio abanico de productos) honesta, bien cocinada, basada en la frescura y calidad del producto que ofrece. Servicio dinámico y eficaz, tal vez demasiado sobrio y austero.
La carta de vinos no es demasiado extensa, centrada en las denominaciones gallegas, además de las “imprescindibles” Rioja y Ribera del Duero. Las copas decentes y la temperatura de servicio bastante adecuada. El recargo es dispar, pero en general bastante comedido, entorno a 1.50 el precio del de tienda. El servicio del vino sin ningún formalismo.
Nuestra experiencia fue para comer al mediodía del sábado santo y tras una breve espera en la barra, pudimos degustar: pulpo a feira con cachelos (pura delicia, no es casualidad que este producto le otorgue el nombre al establecimiento), repetimos dos raciones más, calamares a la romana, chipirones, almejas a la marinera, pimientos de padrón y dos tipos distintos de empanada gallega. Para beber una docena de cervezas, unos cuantos refrescos, dos botellas de agua mineral, una botella de Guitian de la variedad godello y un Ribera del Duero, cuya referencia no recuerdo (tal vez porque no bebí). Siete de los nueve comensales tomaron postre, casi todos se decantaron por una correcta tarta de queso, que en mi opinión desmerece al local en cuanto a calidad y precio (4.50 euros ración). El pan, como en casi toda Galicia, excelente. Todo ello por 226,20 euros los nueve.
Una opción más que recomendable si visitas el centro de la ciudad de Coruña.