Por razones familiares voy a menudo a Galicia. Como en la mayoría de España la cultura de la tapa está muy implantada y parece que Barcelona poco a poco va poniéndose en el mapa. Cierto es que quizás aquí,por muy informal que sea, le seguimos dando un cierto aire de comida formal. Es algo diferente y también más caro,porque no decirlo. En cualquier caso, Paco Meralgo, Tapaç 24 o Coure están haciendo ya grandes cosas. El pasado jueves probé el Bar Cañete, esta mezcla de bar andaluz con buenos productos de toda la Península.
Salí razonablemente convencido. Creo que es indiscutible la calidad del producto y que se trabajan los platillos y las tapas. Para mí hubo algún desajuste en el servicio, se tardó demasiado entre algunos platos, aunque éramos plenamente conscientes del ritmo frenético al que van tanto cocineros como camareros. Lo cierto es que el bar estaba a tope y con gente esperando.
Respecto a la comida pedimos un rellenito de pringá excelente, unos buñuelos de espinacas un pelín aceitosos pero muy sabrosos, un tartar de vaca gallega buenísimo, unos boquerones fritos adobados con curry muy logrados y una brocheta de lomo de bacalao con romesco, que fue el único lunar, muy salado el bacalao, y así lo hicimos saber. Acompañamos con un vino a copas, un muy recomendable Señor da folla verda (D.O. Rias Baixas, subzona Condado de Tea), un coupage de albariño, treixadura y loureiro muy equilibrado y diferente del típico albariño. Muy bueno.
En cualquier caso repetiré porque me quedaron platillos muy interesantes por probar.