La Barra!!

Clásico de Barcelona, que a pesar de ser uno de los objetivos de los turistas (a buen seguro aparece en sus guías), mantiene la calidad y el servicio, importante detalle por esta zona.

Estuvimos en la parte del bar (también tienen la parte de mesas a la carta), no sin antes esperar una media hora, eso si, la espera se hace mucho mas llevadera si estás degustando una buena garnacha (Ritme).

Nos sentamos en la barra, en la parte del bar, la mayoría de asientos están en barra, donde puedes ver perfectamente como cocinan, todo absolutamente a la vista, una gran entretenimiento y una clara declaración de intenciones.... aquí no escondemos nada, esto es lo que hacemos....

El servicio tiene mucho, pero que mucho oficio, te trata bien, te aconseja si lo necesitas, es amable...

La oferta de la carta es bastante extensa y muy sugerente, nosotros pedimos:

- Un par de molletes de pringá andaluza, mi opinión, podría haber prescindido, mucho mollete y poca pringá.... la opinión de mi mujer, Mmmm, como me alegro de haber pedido esto!!, en fin, contra gustos no hay disputas.

- Tempura de vieiras y verduras. Muy bueno, dominio de la tempura, nada aceitosa, notas la vieira, notas las verduras, acompañada con una salsa, aparte, de remolacha, para darle un punto...distinto?.

- Chipirones de playa con judías de Santa Pau y aceite de romesco, servido en un cazo pequeño, una mini olla, que hacia de su aspecto mas apetecible, de nuevo, bien cocinado, la textura del chipirón, la de las judías, perfecto y el punto del aceite también acertado.

Cuatro copas de vino, Ritme (4,5 € la copa), copas correctas, servido a temperatura.

Respecto a la valoración del entorno, cuando te sientas en una barra, lo normal sería que fuese tirando a baja, lo que ocurre es que esta barra es mucha barra.

El precio si es posible que este un pelin alto, y no por su relación con la calidad, si no por la cantidad de platos escogidos, tratándose de un menú basado en tapas.

Recomendable, muy recomendable la vista al Bar Cañete