Un clásico entre los clásicos

Casa Ojeda es una institución en Burgos, un referente, con mas de 100 años de existencia, exactamente 112, de cocina tradicional burgalesa y por encima de todo del lechazo asado al horno de leña. El restaurante está situado en el centro histórico, muy cerca del monumento al Cid Campeador.  Su decoración, pienso que debe seguir siendo la misma que en 1912.

El pasado 13 de agosto, antes de marcharnos de la ciudad hacia otras tierras norteñas, fuimos a visitarles, tras haber reservado con antelación.

Nos situaron, en el que pienso que es el comedor principal, en el primer piso, barroco y sobrecargado, pero con cierto encanto, en una mesa redonda, amplia y bien vestida, con mantel blanco, buena vajilla y cubertería. Las copas son ciertamente mejorables. El servicio de sala fue correcto, algo lejano pero cordial. El servicio del vino, se limitó al descorche y primera cata. Tienen una carta de vinos con mas de 300 referencias.

Paso sin mas préambulos a detallar el contenido de nuestra cena :

Como entrantes compartimos :

Ensalada con colas de cangrejo, tallarines de yema de huevo y aceite de trufa (lo siento pero olvidamos de hacer la foto). Muy buena

Habitas tiernas confitadas con jugo de jamón ibérico, zamburiñas  y crujiente de boniato. También muy rico

Como plato principal evidentemente tomamos

Lechazo asado al horno de leña acompañado de patatas. Aconsejados por el camarero compartimos una ración. Tomamos la parte del flanco. Un autentico placer, que gustazo, sabrosísimo y tiernísimo. Una verdadera delicia. Las patatas también estuvieron buenisimas.

Como postre, compartimos otro clásico de la casa :

Tarta de Hojaldre. En la foto aparece solo una mitad. Muy buena.

Para beber tomamos una botella grande de agua y una botella de vino blanco Herederos del Marqués de Riscal Rueda Verdejo 2018 Limousin fermentado en barrica DO Rueda. Bodegas  Herederos del Marqués de Riscal. Cepajes 100% Verdejo. Viñedos de entre 40 y 50 años, con cepas en vaso y viñas en pie franco. Vendimia manual. Tras su estabilización en depósitos de acero inoxidable refrigerados, la fermentación se realiza en toneles de roble francés de 600 l., seguida de una crianza sobre lías de hasta 8 meses. Color dorado pálido, complejo, elegante, untuoso, con personalidad y buena acidez, persistente en boca. Nos gustó y acompañó perfectamente la cena.

Finalizamos con dos buenos cafés y unos buenos petits fours

La cuenta ascendió a 56,92 €/persona. Buena RCP. Buena cocina tradicional. Hay que ir al menos una vez para probar su lechazo.  Recomendable