Dos nativo ingenuos llegaron Taberna do Tito el sábado 18/08/012 sin conocer de antemano el local y por tanto ningún prejuicio.
El camarero libreta en mano nos canta las especialidades de la casa, entre las que no se encuentra el lacón. Elegimos: 4 anchoas, zamburiñas con salsa de calamar, pulpo (tabla mediana), un chuletón para compartir, dos aguas, una caña de cerveza y dos cafés. La cena nos pareció relativamente bien hasta que nos llegó la minuta... 54 €/persona. Un abuso. ¿Que nos habría costado si llegaos a pedir una botella de vino? Me quedaré eternamente con la duda.
Eso si, el ticket muy profesional: una hoja de libreta con los platos y los precios manuscritos.
Lo que comentaba otro usuario para turistas despistados que no volveran a la ciudad y nativos ingenuos que tampoco volverán.
Pues no lo pesé pero kilo y medio no tenía, era bastante grande y es de lo que quizá no tenga queja (25 €/ud). El problema es que no te informan de que es lo que estás pidiendo. Aún así todavía quedan 83 euros hasta completar la nota.
Por lo que he leído en entradas anteriores no soy el único que ha tenido una sorpresa con la nota.
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