“Sents” (sientes en valenciano) constituye la nueva oferta gastronómica de la ciudad de Ontinyent, de la mano de los hermanos Joaquín (jefe de sala) y Santiago Prieto (chef). Propietarios del Restaurante la Cuina, han separado del anterior lo que era su espacio gastronómico y lo han constituido como restaurante independiente, con medios materiales propios, (entrada independiente, equipamiento de cocina y baños propios) y equipo humano diferenciado tanto en cocina como en sala. La decoración moderna, minimalista (tal vez demasiado para mi gusto), las sillas especialmente cómodas.
La carta está compuesta por seis entrantes fríos, y otros tantos calientes, en cada una de las opciones, tres para compartir y tres en presentación individual, tres elaboraciones de pescado, cuatro de carne y tres opciones de cuchara. Cinco postres, cada uno de los cuales opcionalmente armonizado con su copa de vino dulce. Platos basados en el buen producto con un toque creativo, muy bien presentados. Ofrecen dos menús, el Sents por 46 euros iva incluido y el menú de trabajo por 27 euros. El servicio es joven, atento, dispuesto, aunque le falta rodaje.
Carta de vinos amplia (más de 150 referencias) bien seleccionada, y que reposa en una amplia cava de vinos. Aunque en esta ocasión no tuve la oportunidad, ni la necesidad de verla, al tratarse de una cena-cata. La cristalería es Zwiesel de gama alta.
Nuestra experiencia, menú realizado para la ocasión y los vinos de Fernando Remirez de Ganuza, quien en persona nos explicó cada uno de ellos:
Snacks
• Chips de verduras.
Platos:
• Sardina con tomate y queso.
• Vieira con jamón ibérico y crema de tupinambo.
• Huevo cocido a 63ºC con trufa negra, patata frita y panceta.
• Morro de bacalao con queso manchego y crema de calabaza.
• Solomillo de ternera al foie.
Postres.
• Torrija de chocolate blanco caramelizada con helado de leche merengada.
• Petit fours de chocolate explosivo.
Vinos :
• Erre punto blanco 2008.
• Fincas de Ganuza 2004.
• Viña Coqueta 2005 (en primicia).
• Remirez de Ganuza 2004.
• Trasnocho 2006.
En cuanto a la armonía entre vinos y platos, como creo que constituye una opción muy particular, os diré que experimenté unas más acertadas que otras.
Todos los platos estuvieron muy bien ejecutados, desde el punto de cocción, materia prima sublime, excelente técnica, presentación, etc. Y los vinos impresionantes.
En definitiva una nueva oferta, que seguramente constituirá la mejor opción gastronómica de nivel en la ciudad de Ontinyent. Para repetir cuando el bolsillo lo permita.