Imprescindible visita si estás en Onteniente

Dicen que a la quinta va la vencida cuando las cuatro anteriores son fallidas, eso es lo que nos ha pasado con este restaurante que como bien dice uno de los comentarios anteriores es multifuncional: terraza en verano, creo recordar unas 15 mesas, cafetería donde puedes comer a mediodía de lunes a viernes un elaborado y económico menú de mediodía por 10 euros en los que la calidad es la que prima y donde también puedes escoger una variedad de treinta tapas y las más clásicas (calamares a la romana, queso frito a la plancha muy típico de Onteniente, sepia, patatas bravas) el restaurante tipo espacio gastronómico en el que puedes encontrar platos a la carta y su menú degustación que es el que nosotros probamos. Suelen hacer quincenas gastronómicas (el año pasado se arriesgaron con cocina thailandesa y otro japonesa que tuvo mucha aceptación).

El local es minimalista, amplio y con buena separación entre mesas, vajilla y servicio de copas impecable. La carta de vinos me ha gustado mucho, está conceptuada por zonas y muy bien representada con vinos tintos, rosados, blancos, cavas, champagnes, vinos dulces y formato especial. Me ha sorprendido ver dos vinos de El Priorato (Les Terrasses y Solanes). Queríamos un vino de la zona y nos hemos dejado aconsejar por Ximo, que nos ha decantado una botella de Graciano 2005 Bodega Heretat de Taverners (Monovarietal de Graciano) que nos ha sorprendido por su color y aroma que hemos dejado que abriera un poco, nos parece un vino diferente y arriesgado pero muy bueno. Me ha gustado mucho el decantador utilizado que nos comenta que también sirve para filtrar los posos que pueda haber.

El menú comenzaba con una degustación de aceite local Amanda Selecta (Arbequina de primera presión en frío) acompañado de pan recién hecho a elegir entre blanco y/o cebolla. Aperitivo: Chips de yuca y patata. Seguimos con unos berberechos frescos con espuma de queso blanco con cebolla confitada con vino tinto y crujiente de sésamo, sensacional. He mezclado en boca todos los ingredientes y el berberecho no desvirtúa para nada el resto de los ingredientes y te queda un agradable sabor; Huevo cocido a baja temperatura con patata, panceta y encima del huevo espolvoreada trufa negra, nos recomiendan que lo mezclemos todos para que los sabores se fusionen, que nos ha gustado mucho; Lomo de bonito muy poco hecho con cebolla frita, setas de chopo (que no había probado), y salsa tetsuyu (salsa a base de soja, caldo de espinas de pescado, y un poquito de miri), sensacional, fresco, si te gusta la comida oriental, te encantará. Paletilla de cabrito con puré de berenjenas ahumada y aceite de hierbas. Tierna y en su punto.

Postre: Estofado de frutos rojos a la vainilla, cereza amarena, Panacotta de requeson de La Vall (de elaboración artesana y local), espuma de yogur griego y helado de Philadelphia para acompañar dos copas de vino tinto dulce Matamangos con D.O. Almansa de una bodega familiar en Montealegre del Castillo (el pueblo de las tres mentiras), un vino experimental que les ha salido muy bueno y que marida muy bien con el postre, se presenta muy aromático, y en boca no resulta nada empalagoso, un vino muy redondo al que nos invitan. No pedimos café y para acabarnos el vino unos petit-fours: Financiers de almendra, muy finos, rocas de chocolate blanco con cereales y chocolate negro relleno de petazetas.

Nos han tratado muy bien, nos hemos sentido muy a gusto y hemos disfrutado de lo lindo y nos han enseñado todo el local, nos han presentado al equipo y hemos visto la cocina (enorme por cierto). Gracias a Ximo y a Santi por hacernos partícipes de su proyecto, de su cocina y de su bodega. Es imprescindible su visita si estás por la zona.