Sauc está situado en el entrañable Pasaje Pellicer. Es un restaurante estrellado pero a la vez sencillo. El menaje y las copas con correctas sin más alardes.
La evolución del cliente tipo ha hecho que lancen un menú business a 27 € que incluye; Primero, segundo, postre, pan y agua. El vino aparte.
Tenía ganas de probar su formula "migdia" y el 23 de Octubre allí me lancé.
La propuesta de los platos es bastante apetecible.
Tomé:
- Arroz con crestas de gallo y boletus. Sabor intenso, particular y al dente "minus", curioso.
- Gallinejas con pesto verde. Servido con espárragos verdes bastante buenos.
- Dalky de Postre. Un homenaje al postre, que llevaba una mousse de chocolate, espuma de nata y granitos de arroz bañados en chocolate. El aspecto prometía poco el resultado impresionante.

La carta de vinos es más bien corta para un estrellado y para mi gusto con demasiados vinos comerciales.

El servicio fué correcto aunque no hay que esperar grandes recibimientos ni despliegue de medios.

En resumidas cuentas un buen sitio para ir a una comida de negocios sin grandes espectáculos a un precio razonable.

Culminando espectativas, la tecnica de cocción de los platos impresionante, nos decantamos por los clasicos, aunque los otros tenian una pinta ¡¡que te cagas!!, la panceta con calamarcitos es majico, pero el cochinillo es para llorar. El vino muy bueno y a temperatura correcta. No és un restaurante para "volver", sino para venir asiduamente, y nos comentaron que hacian menu de mediodia, puede ser la hostia.

Pequeño restaurante dónde te sientes muy cómodo. Xavi Franco elabora una cocina de matices tradicionales adaptados a su entender, de excelente técnica y muy bien fundamentada. Estrella merecida, sobre todo por lo que le ha costado y por su trayectoria. El servicio muy correcto. Lo único a mejorar quizás sea la carta de vinos, un tanto escueta para mi gusto en estos casos.

Estuvimos cenando el pasado sabado,muchas expectativas y en general muy correcto, si tampoco sorprender en exceso, buena tecnica de elaboración, buenisimos puntos de coccion de todos los platos, buena cristalería y agradable trato en la sala. por poner un pero, no tuvimos suerte con los vinos, que creo no tienen una conservación idonea, dando alguna nota de corcho en dos de ellos, eso sí se ofrecieron inmediatamente a cambiarlos.
el precio resulta un poco caro a pesar de la estrella, creo que se debe poner una mesura en este tipo de restaurantes, que evidentemente tienen una gran calidad, pero no nos puede costar lo mismo que ARZAK, etc

Confirmamos lo difícil que es comer bien en Barcelona. Pensaba que invitando a mi familia a este restaurante iba a carta segura. Qué desilusión. Platos sosos, con mezclas complicadas e ingredientes que a mi parecer no ligan, la elaboración no consigue un buen resultado, los ingredientes quedan colgados en el plato sin que haya ninguna unión, y las mezclas no hacen que los diferentes sabores resalten. Tras comer en este restaurante nos vamos con la impresión de que la guía michelin premia presentación y puesta en escena, más que buena cocina. Para nada nos parece un restaurante recomendable, carísimo para lo ofrecido. Incluido el vino, muy bueno pero muy caro. Es una pena llevábamos varios meses queriendo comer aquí. Como decía al principio, comer bien en Barcelona es dificilísimo, la mayoria de los restaurantes tienen mucha tontería y poco contenido.

Mi regalo de navidades era una cena en este local. Diseño sencillo y funcional, suficiente espacio entre las mesas. Atento servicio aunque un poco irregular (se nota que unos dominan y otros no). Cocina de alto nivel, con platos de mercado bastante elaborados. Su fuerte son los pescados y así lo demostraron en la degustación que nos ofrecieron. Servicio de vino bien, copas Schott muy majas. Los postres son destacables. No sé el precio que costó, pero yo no pagaría más de 40€/barba por lo ofrecido, me estoy volviendo exigente con el tema de la RCP. Supongo que merecen la estrellita, pero cada vez me interesan menos los restaurantes laureados y prefiero descubrir sorpresas por ahí.

La primera vez que vengo, local estupendo y elegante decoracion, comimos menu degustacion el saüc muy recomendable todo exquisito, fantastico, materia prima de excelente calidad, el servicio bastante bueno, simpaticos y muy profesionales, no molestan y no te falta de nada, algo a mejorar el ruido, por lo demas fantastico seguro que volvemos.

Siempre he visitado este restaurante a mediodía, tienen un menú fantástico por 20€. La materia prima inmejorable y el servicio una pasada, no te falta nada pero tampoco te incordian.Sigue siendo uno de mis restaurantes favoritos.

Local agradable, iluminación correcta, música ambiental adecuada. Servicio joven, muy atento y profesional. Copas Schott correctas, adecuadas para cada tipo de vino. Tomamos un Remelluri Reserva 2000, muy bueno. La carta de vinos es correcta, aunque podría ampliarse algo. Panecillos variados y muy buenos. La comida fue impecable: dos aperitivos bien logrados, comida de temporada muy bien tratada (guisantes, colmenillas, espardenyes), crujiente de tocino con setas, reducciones acertadas, raciones también correctas y las carnes (colomí y lomos de conejo) en su punto y con magníficos sabores. Postres muy acertados, aunque, debido a nuestra glotonería, se quedan algo escasos, quizá para que volvamos. Café con acompañamientos (petit fours) excelentes. El precio: unos 50 Euros por persona, sin el vino. Nos gustó mucho.

Muy de acuerdo con Andreu, lo cual no es de extrañar pues cenamos juntos.

Servicio del vino correcto, con carta buena aunque mejorable y precios algo altos para lo que esperamos hoy en dia.

Local agradable y servicio muy atento, cumpliendo muy bien con una mesa de 9 personas teniendo el local lleno.

La comida es punto y aparte, de corte moderno con excelente ejecución y excelente materia prima. Volveré.