DE LO MEJOR DE BARCELONA

Segunda visita al Saüc después de conocer a través de un menú degustación como se las gasta el gran Xavi Franco. En esta segunda visita constatamos el apasionamiento con el que vive su profesión este chef y la maestría con la que elabora sus platos más reconocidos. El resultado fue una de mis mejores experiencias en su conjunto de los últimos meses. Todo fue a la perfección sin desentonar en ningún momento.

Mención expresa cabe hacer del oficio y buenas artes de Anna Doñate, la maitre, siempre atenta, vigorosa, muy diligente en todas las peticiones que le fuimos haciendo. A su nivel raya en su conjunto el servicio de sala, muy atento. El servicio de vino, perfecto.

Nuestra propuesta en esta ocasión fue contruirnos nuestro propio menú degustación sobre aquellas cosas que más nos llamaban la atención de la carta y las propias recomendaciones de Anna. De tal manera que fueron 4 medias raciones (muy buena idea la de poder pedir medias raciones para probar platos). En su conjunto la cena acabó siendo un pelín excesiva, hubiesen bastado 3 medias raciones pero ello no desmerece en absoluto el resultado final.

Empezamos con un aperitivo de cañaílla sobre un sopa fresca de tomate y pimiento asado y un sergundo aperitivo consistente en un gyoza (empanadilla japonesa) de mar y montaña (picadillo de botifarra y langostinos). Muy logrados los dos. Como primer entrante pedimos el tartar de anguila ahumada con un crema helada de manzana Granny Smith. Sencillamente espectacular. Una de las especialidades de la casa y se nota el porqué. Qué contraste entre los ahumados y los dulces. Qué excelente presentación. De segundo entrante llego una ventresca sobre fondo de patata. Muy buena pero sin estridencias. Quizá el plato que no nos llegó tanto. De pescado llegó una lubina con un fondo de maíz asado, como si fuese un arroz. Impresionante. Fresquísimo el pescado y perfecta la elaboración del maíz. Un hallazgo. Acabamos con el cochinillo, también especialidad de la casa. Meloso y tierno por dientro, crujiente la piel. Perfecto. Un homenaje a la cocina de siempre. Dudamos si pedir postre o no pero nos dejamos seducir por las propuestas de Anna y fue un acierto. Mi postre estaba celestial: fusión de frutas del bosque y frutas tropicales con una mousse de yogur. Increible. Para acabar unos petits fours deliciosos. Acompañamos la comida con un Viladellops 2007 (D.O. Penedès) un xarel.lo con 6 meses de paso por barrica, muy recomendable, pocas notas en nariz pero muy expresivo en boca, equilibrado y largo. En los postres acompañamos por mi parte con un Montsant, que soy incapaz de recordar y por la de mi acompañante con un Eiswein austríaco que Anna rescató de las últimas existencias: genial.

En resumen, salimos con la sensación de haber disfrutado de una excelente comida. Felicitaciones y a seguir por este camino.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar