Uno de mis restaurantes preferidos de la ciudad.
El local, muy agradable, techos altisimos y acojedor pero sin recargarlo. Un acierto teniendo en cuenta lo pequeño que es. Un jamon buenisimo, bien cortado. La ensalada que preparan me encanta y eso que comer una buena ensalada fuera de la casa de uno se está convirtiendo en un problema. Abundante, bien aliñada y no demasiado ordenada, odio las ensaladas ordenadas.
Tomamos un Venus, bueno y acabamos con un Champagne que no conocia y me ha encantado. Disculpar pero no recuerdo el nombre.
La carne, de llorar, comimos primero la carne rosada al punto y luego mi preferido, el solomillo de buey, un poco crujiente por fuera y crudo por dentro, espectacular.
Las tartas caseras, la mejor opcion de postre, mención especial a la de limón.
Una gran cena.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.