Restaurant al Born
En una zona dominada por el turismo con multitud de oferta de medio pelo, me encontré esta honrosa excepción. Es una antigua charcuteria reconvertida en restaurante. Esta justo detras del Museo Picasso.
La instalación tiene su gracia. Planta baja y piso, con una capacidad para unas 40 personas con mesas con una cierta intimidad, aumentada por la iluminación muy adecuada. Coperío y vajilla mas que correcta. Servicio amable, servicial, con ganas de agradar, pero poco profesional.
Carta que se divide en platos para picar, entrantes fríos, entrantes calientes y platos fuertes. Bien estructurada y un tipo de cocina con un poco de todo.
Carta de vinos mas que suficiente y bien estructurada. Tomamos para beber un Castro de Valtuille (D.O. Bierzo) a 15.30 €.
Compartimos dos primeros platos.
Una ensalada de tomate raf con bacalao. Hubiese mejorado si hubiesen pelado el tomate y que lo tuvieran fuera del frigo. El frío le hacia perder sabor. Bien
Y unas gambas, de tamaño mediano a la plancha. Muy buenas, tanto de calidad como de cocción.
De platos fuertes tomamos unos raviolis de verduras. Excelentes.
Y un steak tartar. Para recomendar. Quizas le sobraban las patatas hervidas que le pusieron como lecho, donde se sustentaba el Steak.
De postre, un arroz con leche de coco y un coulis de fresón. Ni fú, ni fá.
Cafe Nesspreso.
Todas las mesas, excepto la nuestra, estaban ocupadas por turistas.