Local pequeño, con atención profesional, cocina de alto nivel y vinos distintos.

El bar estaba a tope y decidimos cenar algo en la barra, pinchos y raciones, bastante sugerentes en la carta.

Empezamos por unos pinchos de morcilla de cebolla en revuelto sobre tomate confitado, un pincho grande, muy bueno, el punto del tomate contrastando con la morcilla, genial.

Canelón (son dos) de pasta negra, relleno de gambas y verduras al curry, sobre una crema de queso. Dos canalones de tamaño grande, muy buenos, el queso suave, la pasta bien y el toquecito del curry acabó de rematar.

Buena oferta de vinos, pero esta vez fueron cuatro cañas, el servicio en barra muy bien, amables y atentos, por encima de lo que hemos visto estos dias en Madrid.

Yo lo encuentro muy recomendable, cuando volvamos por Madrid, repetiremos.

Mira que he pasado veces por la puerta y nunca me dió por entrar. Animado por los dos comentarios anteriores, esta vez nos fuimos a tomar algo en plan informal. No nos ha gustado. Quizás esperábamos mucho.

Local muy pequeño, con apenas 6 mesas, pero hoy martes a eso de las 14:30 había un par de mesas vacías. Me imagino que por las noches tiene que ser un hervidero de gente, ambiente, etc.

Carta con apenas media docena de pinchos entre frios y calientes, y una decena de raciones.

Pedimos para 3 personas:

Pincho y medio de solomillo de cerdo sobre cebolla confitada (lo llaman Cariñena): Escesivamente pasada la carne.
Pincho y medio de pisto tibio con huevo de codorniz y jamón (lo llaman Mancha): Lo mejor; bien por el pisto.
Tataki de bonito fresco con cebolla,soja y puré de manzana dulce: El bonito desagradablemente blando; por otro lado anodino de sabor. Se quedó prácticamente en el plato.
Arroz cremoso con boletus, foie y huevo poché: Para nuestro gusto la "cremosidad" no estaba conseguida. De textura demasiado fluida. De sabor, ni fu ni fa. Por supuesto ni un boletus. El foie testimonial. No está mal para 20€.

Servicio del vino: Pedimos la carta y la verdad es que sorprende la variedad de vinos. Hay alguien con cierto interés por salirse de los clásicos. Mejor en tintos que en blancos. Precios demasiado altos (por ejemplo, Juan Gil a 22€). Me apeteció un Louro do Bolo 2009 a 21€ que al final no tenían. Ante las dudas de lo que tenían y no tenían fresco, decidimos tirar por cañas.

Precio total: 60€ (incluidas 4 cañas y un refresco).

Nota: Todavía me pregunto por el "milagro" de tantos restaurantes de peso en Valencia dando menus por unos euros más.

Buen sitio de tapeo en la Cava Baja en el barrio La latina. Buenas tapas, nosotros comimos un tataki de atún con cebolla exquisito, unas croquetas y unos solomillos de cariñena con fondo de cebolla. Es uno de esos locales que dan copas de vino de varias botellas de forma muy digna. Probamos un bierzo y uno del campo de borja. Ambiente tumultuoso pero muy agradable.

Estuvimos picando algo jueves noche. Eran mas d elas 23:00 y estaba bastante lleno por lo que nos quedamos en la barra. Nos decidimos por unos pinchos: 3. Pollo con soja y mousse de maiz, pisto con huevo de codorniz y virutas de iberico y ventresca sobre verduras al horno. Nos trajeron un plato con 6 pinchos (bastante grandes) y lo rechazamos porque nosotros solo habiamos pedido 3. Pues bien, es que cada pincho realmente son 2 ya que lo parten a la mitad. Como habiamos picado otros pinchos anteriormente nos resultá muy dificil acabar todo... aunque lo hicimos. Para acompañar vinos por copas desde 2,50 hasta 3,50. Probamos un mencia muy bueno que no recuerdo el nombre y un Coto de Hayas. El servicio serio pero atento y profesional. Por 25 euros, una buena cena de tapeo para 2 personas. Y las raciones, que no pedimos tenian un aspecto de lo mejorcito.. Por sacar un pero, las copas son catavinos y a mi personalmente no me gustan cuando se trata de algo informal y no propiamente de una una cata. Pero Volveremos