La primera vez que entré en Cátame Valladolid me sorprendió y me encantó el buen gusto que se respiraba en todo el local: elegante y exquisita decoración, amabilidad del personal y su buen hacer,con un conocimiento del mundo del vino, demostrado en unas recomendaciones estupendas, y una cocina diferente y elegante.
Lo que se dice un VERDADERO PLACER.
Es algo diferente que hacia falta en una ciudad en la que presumimos de culto al vino, y Manuel lo ha conseguido, enhorabuena.
Ha construído un espacio para los que amamos el vino y el bienestar en un lugar que transmite elegancia y tranquilidad ,al que se debe de ir para catar los mejores vinos (las copas también son excelentes)y si tienes inquietudes, aprender a través de sus excelentes cursos de cata y de sus fantásticos maridajes.
No os lo perdáis, merece una o más visitas.
Sinceramente cuando entré en CATAME pensé que me había transportado a otra ciudad, a un Madrid o Barcelona... es un local totalmente distinto a todo lo que he visto en Valladolid. Elegante, moderno y con diseño pero a la vez acogedor, y con "espíritu".
Dos plantas, una a nivel calle (mas amplio de lo que aparenta cuando pasas por la C/ Torrecilla) y otra en sótano mas amplia aún (tienda y restaurante)
El ambiente (era viernes noche) escogido y sin agobios. Bebimos y picoteamos. Vinos que no encuentras en otro sitio (zinfandel californiana, Tanat francesa), los pinchos a cada cual mejor... tanto que decidimos ir a cenar el Sábado.
Sábado cena divertida, sin pretensiones de ser un estrella michelín pero con una cocina rica y bien presentada, en una sala intima (había 16 personas), mesas y sillas altas...algo divertido, diferente... MUY RECOMENDABLE!!!
Sin duda han ganado unos clientes fijos. Gracias
Se encuentra cerca de la iglesia de San Pablo y perpendicular a la calle Angustias y resulta un local de 2 plantas moderno, divertido y encauzado hacia el disfrute del vino. Muchas opciones y propuestas por copas, de todas las denominaciones y gustos. Gran cultura también de vinos internacionales, ya que Manuel trabajó en el sector del vino, en EEUU durante 10 años. Dispensador (con tarjeta) de 3 tipos de vinos por copas.
Ofrecen además algunas tapas y pequeñas raciones muy suculentas y a buen precio.
En la planta superior barra y salón; en la inferior, pequeña tienda y restaurante informal. En toda la altura de la escalera, un inclreible cilindro climatizado con multitud de botellas. Mucho placer...
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