Nos parecía un largo camino (200 Km) para el único propósito de comer en este renombrado restaurante, pero, tal vez (bueno, seguro) por la compañía y, en gran medida, por lo que allí degustamos, mereció muchísimo la pena. La ocasión así lo requería.
Local pequeño, decoración extraña (mezcla que no podría describir con pocas palabras) pero acogedora y ambiente muy agradable.
Espectacular carta de vinos, repartida en varios tomos, y servicio de éste, muy correcto, quizá demasiado a nuestro entender (sumiller con chaquetilla de frac negra, camisa blanca con pajarita y delantal de cuero negro). Un pero al servicio: no se nos decantó un vino (una copa que pedimos después de nuestra botella) que contenía bastantes posos, con lo que la copa quedó totalmente llena de ellos. Tras nuestro comentario, quedó totalmente subsanado.
Muy bien Diego (hermano de Pepe Rodríguez), como jefe de sala.
Optamos por el Menú Degustación (como no podía ser de otra forma) y resultó perfecto:
- Queso, Lima, Trufa y Curry: contraste frío-calor, de sabor intenso y aspecto parecido a las cenizas de un volcán.
- Moluscos con el jugo especiado de membrillo: buenísima calidad y en su punto.
- Setas en ensalada, rosas, almendra y papada: nos gustó.
- Guiso de puerros, patata y bacalao: tradicional guiso con estilo vanguardista, parecido a una vichyssoise deconstruida.
- Espardeñas con el pan de la sopa de ajo y yema batida: el que menos nos impactó.
- Lubina con salsa verde de ternera: riquísima, uno de los platos que más nos gustó.
- Trufa hecha en un caldo del cocido: el más impactante, sorprendente, de riquísimo sabor, una delicia.
- Ciervo asado con foie gras y cerezas: muy bien cocinado, totalmente en su punto y muy bien acompañado, uno de los mejores ciervos que hemos comido.
- Manzana, Café y regaliz: postre para quien le guste el café (nuestro caso).
- El postre de chocolate: sin ser partidarias del chocolate ni de los postres, podemos decir que nos encantó.
- Vino (Syriacus 07) + copa de vino + 2 copas de cava + 2 cervezas + 1 café
- De repostre, su famoso, original y buenísimo Flan de Caramelo (no incluido en el Menú Degustación y no siempre disponible, según nos comentaron).
Todo ello, 284€, buenísima relación calidad-precio.
Al final de la espectacular comida, agradable conversación con Pepe en la que le felicitamos efusivamente.
Y como los buenos momentos casi nunca vienen solos, se nos presentó una hermosa noche en la sierra de Madrid…