A los pies de la Catedral de Plasencia, no tiene perdida.
Amplio salón, mesas grandes y bien separadas.
Buena carta de vinos, pero como ya viene siendo demasiado frecuente lo ofrecido no casa con las existencias.
Servicio de vino correcto, buenas copas, temperatura, y aireación si es necesario.
Buenísimo el jamón para los entrantes, croquetas de jamón también ricas. La ensalada templada de gulas y gambas enorme.
Los segundos siguen la línea de calidad y generosidad en la cantidad.
Las manitas de cerdo rellenas riquísimas, la terrina de rabo de toro con crujiente de jamón, contundente, los pescados, tanto el bacalao como el rodaballo, en su punto.
Los postres en buena línea, caseros, bien resueltos, la leche frita con helado, de rechupete
No indico precio, nos invitaron. Pero todo apunta a una acertada RCP.
Sigue siendo la mejor opcion de Plasencia.Aun en tiempo de crisis el restaurante estaba completo, buena señal.Buen servicio y entorno.
De primero pedimos jamon iberico (el mejor probado hasta el momento, inmejorable, y ensalada La Catedral templada con gulas,langostinos y gambas, buenisima.Los segundos fueron:rape al horno con panaderas, bueno pero emplatado con un poco de prisa, y suprema de bacalao con boletus, aceitunas y tomillo fresco, bueno.De postres soufle de chocolate con salsa de chocolate blanco al ron y sorbete de mandarina, bueno, y leche frita con frutos rojos y licor de cereza, muy buena.
2 primeros+2 segundos+2 postres+agua+copa de vino+cafe+infusion= 93,66
Es, sin duda, el mejor restaurante de Plasencia aunque lo bueno, normalmente, hay pagarlo.
Atención excelente por la familia de propietarios muy profesionales. Productos de primera calidad y para los mas exigentes. Hay que conocerlo.
Estuve com mi novia a este gran restaurante en la ciudad de plasencia,sin duda el mejor. El trato es exquisito,las mesas amplias y manteleria,cuberteria y vajillas estan acordes con la decoracion que forma los dos comedores y salon-privado. Los baños bien equipados.de primero para compartir parrillada de verduras, muy buena,ensalada`la catedral´formidable.de segundos pedimos taco de merluza en sujo con fideos de arroz y tapenade de anchoas y aceitunas negras,en su punto de coccion y maya de calamar gigante con langostinos y verduritas crujientes,muy bueno. De postres,tulipa de helado de higos secos y tarta de queso,exquisitos. En cuanto a su bodega es completisima pero tomamos agua por el tema de la conduccion. Yo tome un cortado 100% arabico,buenisimo,con sus correspondientes licores invitacion de la casa,ah!sin alcohol. Ya sabeis,al volante cero-cero. Repetire.
Clásico restaurante de Plasencia, situado bajo la preciosa Catedral, de ahí su nombre. La decoración bastante clásica, con mesas bastante separadas, sitios amplios y cómodas sillas. Las botellas de vinos y destilados se encuentran en el comedor central, de ahí que la temperatura y condiciones no sean las más ideales. Las copas bastante dignas. Las 2 botellas que pedimos tuvieron que enfriárnoslas pues estaban algo calientes. La carta en cuanto a número de referencias es normal, predominando los riojas y riberas, si bien hay alguna referencia interesante. Los precios está un poco subido un 60% sobre tienda. No se incluyen las añadas de los vinos, lo que hace en algunos casos que se le tenga que preguntar demasiado al camarero. La comida es el gran activo de este restaurante, donde cabe destacar la lasaña de boletus, la torta del Casar con pimentón de la Vera ( no se puede ir uno de Extremadura sin probar esto), la dorada a la sal, en perfecto estado de cocción y como no, el cabrito al horno. En cuanto a postres aunque sea un poco pesado después de lo anterior vale la pena dejar un hueco para el tocino de cielo. Se permite fumar.