Siempre hemos señalado a Viavélez como una de nuestras barras preferidas en Madrid y tanto nos gusta que nunca habíamos visitado el comedor situado en la planta baja donde se encuentra el restaurante más formal, así que nada mejor para debutar que hacerlo para disfrutar de una de nuestras habituales catas de vinos viejos con los compañeros del grupo. Así pues, nos pusimos en manos de Paco Ron que nos preparó un menú cerrado ex profeso (48€), que repasó fielmente lo que es su estilo en la cocina, uno de esos que por desgracia cada vez se encuentran menos y que se basa en los postulados de toda la vida, paciencia, tradición y sentido común.
Pote Asturiano y croqueta de compango: los orígenes asturianos de Paco se perciben en este inicio basado en un pote de impecable factura y generoso en berza y una croqueta de textura casi líquida con todo el sabor del compango en su interior. Fantástico aperitivo.
Emberzao con torto de maíz: un plato que consta de 4 partes, la cebolla caramelizada, el “emberzao” con la inigualable verdura norteña, una excepcional morcilla asturiana y la torta de maíz. Todo distinto, todo armónico, todo delicioso.
Guiso marinero de calamar: aquí se percibe perfectamente la esencia de la cocina de Paco, pura tradición, impecables manejos de los fondos, de la base de toda buena cocina. Horas de “chup chup”, de lenta elaboración para un guiso con toda la esencia del mar. Alguien con mucho bagaje en lo gastronómico dijo que era su mejor plato del último año…