¡Caramba!, no pensaba que hacía tanto tiempo que no introducía comentario de "Sentits". Y el hecho es que cada año al menos voy 2 ó 3 veces; es un lugar en el que comes bien, pasas un rato agradable y siempre me tratan fenomenal.

Esta ocasión con objeto del Día de Sant Jordi, que en Cataluña se celebra de manera especial.

Mantiene más o menos la misma oferta gastronómica con cierta especialización en las carnes. En verano la terraza en la siempre concurrida Plaza de la Font es buean opción, si te gusta el ambiente un poco ruidoso claro,...Yo personalmente suelo preferir el interior, mucho más tranquilo.

El menaje sigue siendo sencillo, servilletas de papel y copas justillas.

La última visita comimos una buena ensalada de melva, las bravas con su mayonesa de curry (está bien variar), unas puntillas de calamar sabrosas, corazones de alcachofa presentados de manera individual y horneados con queso por encima y un surtido de croquetas de jamón bien logradas. Compartimos el grupo todos esos entrantes.

De 2º pedimos 3 raciones: 1 longaniza de pagés excelente, una de costillas de cerdo Duroc con salsa barbacoa, tiernísimas y 1 entraña también rica, todo con su guarnición de patatas fritas.

De postre tarta de queso, tarta Bombón y crep de chocolate y dulce de leche, buenos pero no es lo más destacable.

La carta de vinos corta, servido un poco caliente pero refrigerado en camisa de frío.

Soy cliente habitual, aprecio mucho al equipo de camareros que llevan allí un montón de tiempo -amables y profesionales con todo el mundo-, y repito porque está bueno lo que dan, con un punto original en varios platos -por ejemplo las ensaladas- y además a buen precio. 

Otro punto positivo es que fueron uno de los primeros locales de la ciudad -si no el primero-donde si vas a tomar una copa de vino la acompañan con una tapa, en general una de cocina bien rica. Esta es una práctica muy infrecuente en la Imperial Tàrraco.

sigue siendo este Sentits, que mantiene su buena oferta a base de ensaladas originales, entrantes diversos y algunos segundos, con la ventaja de que puedes adaptar perfectamente su carta con el apetito que tienes, todo en un ambiente desenfadado y cordial. Cenamos una ensalada tibia de bolets de temporada que estaba bien pero un poco falta de aderezo, un original carpaccio de calabacín con crema de remolacha y parmesano, unos sabrosos huevos rotos con chorizo y un humus con pimento y anchoa. De postre un sablé con frutas y un helado de frambuesa. Mantiene su carta de vinos muy corta pero con algunos valores seguros, como el Ipsis de Tarragona que bebimos.
La verdad es que para mí es un local agradable con un equipo en cocina que ofrece platos originales y bien elaborados. Fue un sitio excelente para cenar un sábado por la noche sin mayores pretensiones pero que nos permitió pasar un buen rato. Y además a muy buen precio.

No hay cambios en la oferta de este restaurante. Sigue ofreciendo una cocina con platos originales, sobre todo en el capítulo ensaladas, y como novedad tomamos unos raviolis de secreto ibérico con salsa de mango que estaban riquísimos, contraste muy logrado de sabores. Los huevos rotos con chorizo y pimentón de la Vera muy sabrosos. Raciones generosas y precios muy moderados. La carta de vinos sigue muy escueta, lástima que no se animen a enriquecerla un poco. Copas sencillas.
Tienen una cocina interesante por lo original y es una muy buena opción en la plaza de La Font, dentro de la sencillez del local. Los precios no han subido desde el año pasado, un buen punto.

A este lugar de la animadísima plaza del Ayuntamiento. Continúa en buen línea, con una oferta de ensaladas muy originales y raciones abundantes y bien presentadas. Todavía no he probado platos de mayor enjundia, que los tienen (carnes y pescados). Esta vez elegimos una ensalada "al limoncello", que resultó todavía más original que la vez anterior: diversos tipos de lechugas, frutas varias al armagnac, mozarella,tomate, huevo rebozado, anís y limoncello. A mí me gustó mucho, a mi mujer, que no le va el anís, no tanto. Buen jamón, micuit,tabla de quesos y patatas bravas. De postre un coulant muy rico. La oferta enológica es lo unico que desmerece, casi testimonial. Decidimos cenar con cerveza, con eso está dicho todo. Con un poco más que mejorara este aspecto subiría de nivel. Menaje correcto si exceptuamos las servilletas de papel.

Situado en pleno centro de al ciudad, en la plaza del Ayuntamiento (aquí se llama de la Font. Es uno de estos nuevos establecimientos difícil de definir, café y coctelería que se convierten en restaurante para las cenas. Es pequeño, por lo que conviene reservar. destacan sobremanera las ensaladas, muy orginales y con toques de "cocina-fusión", utilizando especias orientales e ingredientes originales como el jenjibre. La oferta se acompaña de buenos ibéricos, quesos, ahumados, diversas frituras de pescado y algunos platos fuertes (bacalao, solomillo). Decoración moderna, así como el menaje. Carta de vinos muy corta, copas normalitas. Muy buena RCP (cenamos bien por algo más de 17€ per capita). Sencillo pero cumple sobradamente para una cena informal, en una zona de la ciudad que está muy animada casi a todas horas.