Buen producto y sencillez. Y unas maravillosas vistas

Retornado, cual peregrino confeso, a ese lugar de niñez y juventud que es para muchos Aragoneses mi querido Salou -qué tiempos!!!-, me acerco al restaurante la Goleta, del cual había oído, y no sólo en estas páginas, algún que otro comentario elogioso. De hecho aparece aparece recomendado -y el propio restaurante así lo atestigua- por una alguna famosa guía.

Entorno: En lo referente al restaurante, el mismo se ubica en el precioso escenario que da vida a una de las más míticas playas de salou -qué noches!!!-: la playa de los capellans, situada a un extremo de Salou y a la que se accede, para ahorrar tiempo, por una pasarela paralela al mar situada al final de la no menos famosa -ayer por su encanto, hoy por la cantidad de guiris que la pueblan- zona de los acantilados.

La entrada es bonita, con una buen rampa para minusválidos. Pasada la puerta principal se accede a lo que es el restaurante. Amplio, agradable. Un tanto "veraniego" o "de playa", por la razón que luego comentaré.

El restaurante se "hunde", a mitad de altura, en el suelo, de manera tal que las vistas, las maravillosas vistas de capellans, quedan a la altura de los ojos gracias a unas amplísimas cristaleras. Una auténtica preciosidad cuando atardece, la cual se ve únicamente vulnerada (a veces) por esa teutona con sobrepeso enseñando bañador (o peor) o ese inglés/holandés garroso y/o fondón con el consabido color de las más preciadas gambas rojas.

En cuanto al ambiente interno, buenas mesas, manteles de hilo y sillas algunas bien (madera, confortable), otras mal, siendo éstas más propias de un buen chiringito de playa. De ahí lo que antes comentaba de restaurante playero, aspecto éste que debería mejorar para alcanzar un mayor encanto. 40/50 mesas, limpio, buena separación entre mesas. No se aprecia excesivo ruido cuando está lleno.

Servicio en general y del vino: a mi me pareció muy bueno. Rápido, eficaz, agradable. Tuvinos, además, suerte. Un camarero que atendia varias mesas y que nunca dejó que la copa estuviera vacía. Creí que era alemán y se lo dije. Era Polaco -de inmediato le pedí disculpas por la confusión-. Ni una queja, al contrario, todavía más servicial y agradable. Un auténtico profesional. Bueno también el maitre: recomendando producto del día y sugerencias de la carta de vinos.

Cubertería y vajilla aceptable. Buenas copas y carta de vinos.. multitud de referencias, incluidos alguno de los más grandes nacionales (Vega-Sicilia). Precios razonables e, incluso en algunos casos, muy ajustados (ygay 42 euros, terrases 30 euros). Me decanté por uno que no conocía: brugueres (20 euros), garnacha blanca, con cuerpo, poderoso.. habrá que volver sobre él.

Comida: Orientada, lógicamente, a lo marinero. Arroces y fideuás. Muy buena variedad de productos del mar -pescados y mariscos-. Algunas carnes. Pescados del día con especialidades de la zona. Nos decantamos por unos sepionet (18 euros) mientras esparábamos una magnífica lubina salvaje a la sal (42 euros/2 pax). Preparación sencilla y sin complicaciones. Con buen producto sobran, en muchas ocasiones, las sutilezas innecesarias.

Los sepionet bien elaborados pero en una ración, a mi juicio, escasa. La lubina sí respondió a las expectativas. Acompañada de una buena guarnición de patatas asadas y un AOVE de reminiscencia prioratinas. Todo bueno, en una cocina sin complicaciones. Presentación, eso sí, muy simple. Por cierto, una única variedad de pan (chapatinas).

Poco más que contar: todo por 95 euros. Sin postre -pues la Ibense, esa magna heladería- reclamaba mi presencia inmediata-.

Ah sí, lo último, el único pequeño fallo del servicio, pues, al acabar la cena, una camarera nos dijo -literalmente- ¿os hace un chupito, o qué?.. Pero siempre perdonaré a quien, no habiendo nacido en Polonia, ha tenido la suerte de nacer en Aragón.. y más cuando me quita años.

  1. #1

    Gabriel Argumosa

    E ¿hizo o no? je je

  2. #2

    Joaquin1965

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Hizo, hizo.. como para decirle que no a la paisana.. y más si me da de beber! ;-)

  3. #3

    G-M.

    Eres genial, Joaquín.
    Buenísimo!
    De qué tomaste el helado en la Ibense?

  4. #4

    Joaquin1965

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Zenks mil!!. En la Ibense, siempre el helado de mi juventud: espuma de limón.. magnífico. Otros destacables: el pistacho, el plátano y el de yogur. Más regular la straciatella y el de almendra.

    Pero quizá soy más de helados de fruta, salvo cuando visito el templo de las heladerías del mundo mundial: la Palma en Roma (al lado del Panteón). Los mejores helados que jamas probé.

    Abrazos.

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