Menú degustación para compartir

Después de leer los comentarios anteriores decidimos hacer una visita a La Forqueta, a ver que se cocía, nunca mejor dicho.
Sábado noche y lleno hasta los topes. Comedor discreto y correctamente vestido, pero con las mesas demasiado juntas, por lo que nos fumamos unos cuantos cigarros de la chica de la mesa de al lado, que no paraba de fumar entre plato y plato (siempre me ha parecido increible que se hagan esas cosas y más en restaurantes de cierto nivel)
Interesantísima propuesta que consiste en un menú degustación a 46€ para compartir, por lo que todos los platos van al centro (desconozco como procederán si el número de comensales es impar).
El menú consiste en 4 entradas, 1 pescado, 2 carnes y 1 postre.
Cocina de producto con algunos toques creativos y sin exceso de ingredientes en cada plato. El resultado del menú fue desigual. Algunos platos muy buenos como el queso de cabra con pure de boniato y el bacalao con crema de patata, espinacas y muselina de albahaca, con combinación de sabores muy conseguidos y el postre, un ligera sopa de coco, con helado de piña y unas migas de browni, ideal para acabar el menú (nunca entenderé esas bombas de relojería que ponen en algunos restaurantes para acabar menús degustación estratosféricos). Sin embargo, no me convenció el foie micuit, al que le faltaba atemperarse; la ensalada de vieiras con hojaldre, con un hojaldre bastente duro o los dos platos de carne, sobre todo el cordero, a los que les fataba melosidad o simplemente haberles añadido más salsa. Curiosamente nos comentaron que el cordero es el plato estrella de la casa. A mi me pareció el plato más flojo del menú, al menos ese día. Quizás sea yo el culpable, por haber probado corderos tan extraordinarios como el del Thalassa de Viver o La Cocina de Segovia. Las comparaciones son odiosas pero inevitables.
Respecto al vino, carta muy bien presentada, bastante completa y con precios comedidos.
Copas Schott de gama baja y servicio que se limita a llenar la primera copa y de vez en cuando alguna más.
El servicio de sala fue una de las cosas que más me agradó. A pesar de estar abarrotado, el servicio fue rapido y amable, en ningun momento se les notaba con prisas. Los platos llevaban a un buen ritmo, a la temperatura correcta y sin fallos aparentes en la presentación. Excelente sincronización cocina-servicio, más aun teniendo en cuenta el tamaño de la cocian y con un equipo joven pero a su vez experto.
En definitiva, buen sabor de boca de un restaurante que aunque podrían mejorar en algunos aspectos, teniendo en cuenta la factura final, me parece extraordinario.
El precio es sin vino

  1. #1

    Dani C.

    Visité este restaurante hace un par de años en dos ocasiones y en ninguna dejé nota por simple descuido. Espero volver pronto y visitarlo de nuevo.
    El tema del humo ya sabes que es muy difícil. Hay por ahí unas cuantas valoraciones que critican el que no se pueda fumar, así que para gustos los colores.

  2. #2

    Almolo

    Ya, pero cuando las mesas están tan juntas, aun se nota más

  3. #3

    chini

    Tranquilo Alvaro, que si el ministerio de sanidad cumple su palabra dentro de poco podremos cenar tranquilamente sin el desagradable olor del tabaco, nuestra ropa tambien lo agradecera.

  4. #5

    Almolo

    Esperemos...Por cierto, menudas vacaciones te has pegado por los nortes :)

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