Dos años después

Algo mas de dos años después de nuestra última visita al restaurante barcelonés del Chef Adelf Morales, pandemia obliga, fuimos a comer el martes 08 de marzo a las 13h30 en compañia de nuestro amigo Jaume(SocdeSitges).

No voy a describir nuevamente, ni el restaurante ni la cocina del Chef. Si os interesa podéis consultar mi ultimo comentario y las innumerables crónicas publicadas en Verema.

Nos situaron en la misma mesa de siempre, la primera bajando a la izquierda. Una mesa grande , redonda y amplia, bien vestida, con buena vajilla y cristaleria Riedel. El servicio de sala en esta ocasión fue correcto y agradable llevado a cabo por una camarera y en algunas ocasiones, el Chef. El servicio del vino se ciñó a la presentación de la botella, descorche y primera cata.

Optamos por comer a la carta.

Primeramente como aperitivos tomamos una caña y dos vermouths rojos con unas Croquetes d'ànec a la pequinesa (3). Croquetas de pato a la pequinesa. Muy buenas.

De primeros tomamos :

Cocotxes de lluç al pil-pil. Cocochas de merluza al pil-pil. Pienso que SocdeSitges las encontró muy buenas

Amanida de carxofes amb gambes (2) Ensalada de alcachofas con gambas. Muy buenas, las alcachofas tiernísimas y las gambas fresquísimas.

Como platos principales elegimos :

Colomi. Pichón. Muy copioso y por lo que dijo Jaume muy bueno.

Murgoles amb foie. Colmenillas con foie. Excelentes

Arròs amb ceps i gambes. Arroz con boletus edulis y gambas. Muy sabroso y en su punto.

Por imperativos técnicos de Verema las fotos de los siguientes platos aparecerán en el primer comentario

de postres tomamos :

Cheesecake.

Rostes de Santa Teresa amb gelat de vainilla. Torrija con helado de vainilla

Ambos buenos.

Para beber tomamos una botella de agua mineral de 1 /2 l y una botella de vino blanco crianza muy bien escogido por Jaume, Edetaria Selecciò 2018 DO Terra Alta, 100% Garnatxa blanca con fermentación y  posterior crianza de 8 meses en barricas nuevas de 500l de roble francés. Viñas viejas en suelo de "panal". Color amarillo dorado, muy brillante. Vino potente, muy equilibrado. Muy agradable, denso y estructurado, con personalidad. Nos gustó

Finalizamos con 3 buenos cafés y dos excelentes chupitos de whisky de malta, cuyo nombre desgraciadamente no recuerdo.

La cuenta ascendió a 73,38 €/persona. Buena RCP. Una agradable comida en muy buena compañía. La conclusión va a ser prácticamente la misma que en mis visitas anteriores, un buen restaurante de cocina de producto, que mezcla perfectamente la esencia de la cocina catalana y mediterránea con la cocina nipona que el chef Adelf Morales conoce perfectamente. Restaurante muy recomendable, al que hay que ir al menos una vez para conocerlo. Cuando volvamos a Barcelona, si el planning nos lo permite, renovaremos evidentemente la visita.