Buenos productos del mar y excelentes arroces

Este restaurante está ubicado en la zona del puerto de Gandia, dispone de dos plantas, con las mesas, tal vez, demasiado juntas y sillas no muy cómodas, los baños pequeños y a mitad de la escalera.

Ofrece una carta basada en los productos del mar, pescados y mariscos frescos, fideuà y arroces ya sea en su versión melosa o seca. Creo recordar que no ofrece ninguna elaboración de carne. La carta de postres es corta, basada principalmente en tartas de elaboración casera. El punto fuerte de este restaurante-marisquería reside en la calidad de la materia prima y en los correctos puntos de cocción. El servicio es atento y dispuesto.

La carta de vinos no es muy amplia, de corte clásico, con algunas buenas referencias y esta organizada por tipos y a su vez por procedencias, tan sólo de unas cuantas zonas geográficas. Algunas referencias tan sólo soportan un recargo del 30% del precio de tienda. Algunos vinos descansan en armarios climatizados. La cristalería es correcta en cuanto a forma y grosor, sin ser de marca constatable. El servicio del vino se circunscribe a la prueba.

Nuestra experiencia fue para comer al mediodía, tras unas cervezas en la espera, compartimos: sepionet plancha (buenísimos) y calamares a la andaluza (discretos), una ensalada mixta y tres de nosotros nos decantamos por un arroz de señoret, muy bueno tanto de sabor, como de punto de cocción, con ajoaceite casero, sin huevo y un puntito sentido y el otro por una ventresca de atún a la plancha. Todo regado con dos botellas de Waltraüd 2008. De postre tres tartas caseras y un helado, tres cafés y dos copas de whisky Cardhú en la sobremesa, por 151,85 euros los cuatro.

Recomendable por la calidad de sus productos del mar.