Teníamos ganas de ir al famoso Forrellat pero no tuvimos suerte.
El trato altivo, seco. Nula simpatía.
El local huele mucho a tabaco.
La espera entre plato y plato exagerada.
El menú correcto pero no para tirar cohetes.
El menú que llaman degustación se compone de seis aperitivos de lo más normalito con un mínimo denominador común: mucho pan.
El segundo plato correcto: bacalao con sobrasada. Pero para mí entra dentro de la cocina de mercado tradicional. Imaginación poca.
La carta de vinos correcta.
El servicio de pan cuesta 2 euros pero no esperéis la cestita con panes variados: un panecillo caliente que se hizo esperar hasta el segundo plato.
Lo peor, insisto, el servicio: lento, arrogante rozando la antipatía.
Fuimos a probar el menu de 30€ (+ IVA) de Forrellat, algo asi como un descenso a la tierra en epoca de crisis, el menu en cuestion, se compone de 6 entrantes bajo el concepto de menu degustacion y un segundo a elegir entre varias opciones, carnes, pescados... el menu ademas incluye vino, postre y cafe.
Hare memoria con los entrantes.
- Torraditas con tomate y anchoas (buen comienzo para abrir boca)
- Una especie de salpicon de langostinos (muy fresco y con un aliño para sucar pan)
- Aguacate con salmon, tomate y olivas negras, triturado y servido en una copa parecida a martini, con un punto de vinagre muy sugerente
- Croquetas de gambas, caseras, correctas
- Brandada de bacalao, con una capa crujiente por encima, sencillamente sensacional
- Mil hojas de escalibada y foie, buen broche para los primeros
En los segundos nos decidimos por un magret de pato con queso idiazabal y esparragos trigueros (bueno, un poco gruesos los cortes para mi gusto y un buen punto lo del queso) y por un rissoto de calarmacitos y cigalas, correcto, sin impresionar.
Postres: canutillos de crema con chocolate caliente y maki de tiramisu.
El vino incluido en el menu es un Coto de Hayas, elegimos el tinto, nos explicaron las caracteristicas del mismo, nos comentaron que lo probasemos, si no nos gustaba, nos ofrecian otro (cumplio perfectamente) servido a temperatura en buenas copas y el camarero pendiente de llenarnos la copa durante toda la velada.
Buen servicio, profesional, desde la recepcion hasta los camareros. Me gusto la decoracion del local, lo recordaba mas frio en mi ultimo comentario, quiza han cambiado algo, buena vajilla y mobiliario, quizas las mesas del centro del restaurante un poco juntas, el resto muy bien distribuidas.
La RCP de este menu me parece inigualable.
Restaurante centrico de sabadell con nombre, interior muy cuidado.
el servicio dista bastante de lo que se espera en un local de su categoria.
la espera tanto para los primeros como para los segundos no és la correcta ya que si uno es fumador le daria tiempo a fumarse dos o tres cigarrillos entre plato y plato.
en cuanto al servicio, vuelvo a remarcar que es bastante flojo.
otro punto a destacar és el precio de la bebidas, hablando de las botellas pequeñas de cava o champagne y de las copas de whiskies.
en definitiva, personalmente me llevé una mediana decepción y fuí a cenar allí porque me esperaba otra prespectiva del local.
Clasico de Sabadell, mas de 20 años al pie del cañon innovando y creando, cambian la carta de acuerdo a los productos de temporada y siempre sorprenden, si llevan tantos años, es por algo, el servicio y el trato es muy profesional, pero cercano, la calidad de las materias primas excepcional y elaboradas de manera sorprendente, amplia carta de vinos, sin duda es de alto nivel y coloca a Sabadell a la altura de las grandes plazas gastronomicas. Claro esta, el precio es acorde a lo descrito (+60 € pax), si hay que poner un pero.... quizas el entorno, sobrio, blanco predominante da luminosidad, pero quizas un pelin frio.