Producto de temporada y chuletón

Después de mi primera visita, allá por el mes de mayo en la que disfruté de lo lindo del pescado que ofrecía el local, tenía una cuenta pendiente desde entonces para probar su carne.
Reserva telefónica para comida de dos personas el viernes. Llamo el miércoles y me atiende el propio chef (Unai) y me comenta que me acaba de asignar la última mesa que le quedaba libre…se está poniendo difícil lo de comer en ciertos restaurantes.

En la propia acera, antes de entrar al local, nos da la bienvenida un enorme tiesto en cuya tierra están “plantados” varios puerros y lechuguitas. En la línea del Porrue.
Una vez en el hall interior, nos recibe un ejército de cebollas moradas de Zalla, dispuestas de forma ordenada sobre una mesa. La bienvenida continúa en el pasillo del local, sobre el mostrador; diciéndonos “cómenos” encontramos una montaña de hongos frescos, parecen recién cogidos, una tabla de queso y unas calabacitas, vamos, todo lo que está de temporada. Muy pero que muy buena pinta.

Nos acomodan en una mesa del pasillo situado en la zona de la entrada. Al igual que en la anterior ocasión, mesa cuadrada, tamaño suficiente para dos personas, mantel de tela gris. Vajilla, cubiertos y demás accesorios todo de calidad.
Continúan con la lechuguita fresca plantada en un tiesto de cristal transparente como ornamento de mesa…daban ganas de aliñarla e hincarle el diente.

Ojeamos la carta y la verdad que los pescados tienen una pinta buenísima y para complicar más la decisión, también nos ofrecen un menú degustación de temporada con los productos del otoño “Menú degustación Otoño” por 55 € + Iva, bebidas aparte. Estamos a punto de cogerlo, pero en mi anterior visita me prometí que volvería a probar la carne y me mantuve en mi promesa.

Es el propio chef, Unai Campo, el que aconseja y toma la comanda de lo que se va a degustar.

Comida para dos personas, todo para compartir. (Dos comensales):

1-“Aperitivo de la casa (invitación)”: Cuenquito de crema de calabaza calentita con naranja y miel. La dulzura de la calabaza y el toque de miel, luchando con la acidez de la naranja. Estupendo contraste. Muy pero que muy rico.

2-“Alcachofas a la parrilla” (plato fuera de carta): nos imaginábamos unas alcachofas a la parrilla, sin más. Bien, pues el plato estaba compuesto por 6 alcachofas, envueltas en beicon, acompañadas por unas navajas también pasadas por la parrilla. La intención en este plato era buena, el resultado no tanto. La alcachofa de por sí, es un producto que con un toque de plancha está exquisito. El tema es que al mezclarlas con el beicon su sabor quedaba totalmente anulado. Las navajas sí que acompañaban bien, pues daban el toque de sal y su sabor suave no desvirtuaba al de la hortaliza. El punto negativo de las navajas era que tenían arena, bastante además, haciéndose desagradables en boca. Se lo comentamos a la camarera para que lo supiera. Este plato en nuestra opinión no cumplió. (Ver foto).

3-“Hongos a la brasa con yema de huevo echa a baja temperatura”: Este plato sí que sí. Hongo de muy buena calidad, pleno de sabor, sobre el mismo, te vierten yema líquida, echa al parecer a baja temperatura. El conjunto exquisito, un plato para disfrutar y apañar. Así lo hicimos.

4-“Chuleta”: Unai te da a elegir el peso de la pieza cortándola a tu gusto. Yo le dije que en torno a 1-1,200 kg. En cuenta el peso marcado fue de 1,120 kg.
Nos la presenta en una parrilla metálica con carbón vegetal, acompañada por tres tipos de sal: hawaiana, especiada y azafrán. Estupenda presencia. Buena carne, con sabor, churruscada por fuera y poco hecha en su interior, muy buen punto de parrilla. La chuleta viene acompañada por una sartencilla de patatas fritas, muy ricas y una ensalada de lechuga y cebolleta, perfectamente aliñada. Eso sí, el precio 54 € sin Iva. En mi opinión algo elevado para lo que es habitual, aunque también hay que valorar que acompañan la carne con patatas y ensalada…todo hay que decirlo. (Ver foto).

Para terminar la comida, estaba yo leyendo la carta de postres, cuando el camarero me dijo que fuera de carta tenían “Volcán de fresas con moras”. ¿Eh…qué es eso de volcán? La verdad que me entró la curiosidad y como quería un postre fresco fui a probarlo.
Acierto total, nos presentan un plato hondo, con una botellita tipo probeta en su centro, rodeado de trozos de fresa y varias moras, y para darle más color unos pétalos de flor amarillos. En el interior de la probeta había unas piedritas que al verter la nata, reaccionaba con algún componente de la misma, haciendo que saliera a borbotones de la probeta cayendo sobre las fresas. Un postre muy visual y rico. Me divertí mucho echando la nata y comiéndola, claro. (Ver foto).

Para acompañar la comida te ofrecen tres tipos de pan, de aceituna negra, de maíz y rústico. Probamos el de maíz y el rústico. Al comenzar la comida, te echan un cuenquito de aceite, uno con un toque de picante y el otro creo que variedad Picual, muy ricos ambos.

En esta ocasión no bebí vino, tomamos agua.
Servicio de mesa atento, correcto.

La cuenta ascendió a 129,78 €. Nos invitaron al café y a la infusión. Un detalle de agradecer que también tuvieron la anterior ocasión en la que estuvimos.

Entre el pescado y la carne, una vez probados los dos, me quedo definitivamente con el pescado.
De nuevo una estupenda comida, pena de las alcachofas que no redondearan la experiencia.

  • "Volcán" de fresas y moras

    "Volcán" de fresas y moras

  • Chuletón

    Chuletón

  • Alcachofas a la parrilla con beicon y navajas

    Alcachofas a la parrilla con beicon y navajas

  1. #1

    Gastiola

    Menuda pinta más chula que tiene ese postre, oyes. La carne sí que está un poco subida de precio para lo que estamos acostumbrados a pagar. Una pena lo de las alcachofas que bien trabajadas son un plato de quitarse el sombrero.
    Yo cené de maravilla en este restaurante y la verdad es que no descarto para nada volver. Aunque quizás por lo que pagas aquí se puede disfrutar mejor en algunos que conocemos.
    Un saludo y a seguir con el pedazo carrerón que te estás marcando.
    Cualquier día cenamos mesa con mesa y ni nos enteramos....... Habrá que solucionarlo. Un saludo.

  2. #2

    Kintiman

    Semejante homenaje y sin vino? eso tenía que estar penado con carcel, jajaja.
    Un abrazo.

  3. #3

    Jotayb

    en respuesta a Gastiola
    Ver mensaje de Gastiola

    Ya me daría rabia estar cenando juntos sin saberlo...¡¡y enterarnos al colgar el comentario!! Más de uno por aquí nos tomaría el pelo bien a gusto.
    Como bien dices, habrá que solucionarlo...seguro que no tenemos problemas a la hora de elegir restaurante y qué comer ;-)
    Un saludo.

  4. #4

    Jotayb

    en respuesta a Kintiman
    Ver mensaje de Kintiman

    Estaba esperando que alguien hiciera el comentario ;-))
    Más pena me dio a mí comerme el chuletón con agua. Estuve a punto de pedir una copita de vino, pero me caliento y hubieran sido varias más. Justo después de la comida tenía obligaciones y tenía que estar rápido de mente. Es lo que tiene comer entre semana...
    Un abrazo compañero.

  5. #5

    Kintiman

    en respuesta a Jotayb
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    Es lo que tiene el vino, que se te calienta el paladar...

  6. #6

    Alberto.Freire

    en respuesta a Kintiman
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    Bueno, tú para eso sueles ser bastante tranquilo, no Sergio?? A ti el vino nunca hace que te calientes ;-)

  7. #7

    Kintiman

    en respuesta a Alberto.Freire
    Ver mensaje de Alberto.Freire

    Claaaaaro¡ porque yo suelo tomar blancos bien fresquitos, jajaja

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