En la calle Loreto, en el barrio de las Corts de Barcelona, se halla un restaurante underground, donde una vez accedes te encuentras en un ambiente cálido, acogedor y amplio. La acústica del local es excelente, por ello aunque esté completo te permite una velada íntima con tus compañeros de mesa. La carta ofrece productos auténticos y excelentemente tratados que dan como resultado una cocina de base italiana con toques de gusto mediterraneo tradicional. Un lugar donde disfrutar de una comida o cena de calidad en un entorno amable y cómodo, a lo que contribuye de manera indudable el jefe de sala, Guillem.
La carta de vinos no es muy extensa, pero con referencias sorprendentes y novedosas que os ayudaran a descubrir nuevos caldos, dejaros aconsejar por Guillem o por Marina y os sorprendereis. El local invita a una sobremesa durante la cual podreis disfrutar de la extensa carta de destilados, con una excelente selección de maltas. Por otro lado, sus gin-tonics, son fantásticos, cuenta con las mejores ginebras del mercado.
què buscan cuando van a un restaurante? comer? sólo comer? comer pero a buen precio? comer y relacionarse con el entorno...?...
si buscan disfrutar, o mejor dicho DISFRUTAR...DOPO es su sitio.
es algo místico, si no tienen tu número no te aceptan, cuesta conseguir el teléfono, el local no tiene cartel, y encima parece un almacén,por no decir otras cosas.....absurdo? no, absurdo no es, quién dijo que todo tenía que ser siempre igual, que no hay otras opciones??
y es que al final un restaurante qué es?
pues es tu casa y abres las puertas para que la gente, pagando eso sí, venga a ver què y cómo lo haces....
pero en tu casa cabe todo el mundo? sí o no, depende de ti... en un mc donald's dan de comer, en el bulli también...tu decides, y el propietario también....
vamos por faena....
local para disfrutar, discreto, cómodo, donde uno se siente muy bien tratado, y con una carta muy interesante.
y es barato, seguro que más de uno se pregunta eso?
si te lo preguntas, no vayas... porque puede ser barato algo no apto para todos los públicos? pues no... y no es apto no porque ellos no quieran, sino porque para disfrutar de lo que sea debes tener algo de conocimiento, una ópera, un ballet... un solo de guitarra de slow hand, las tablas de surf o las gambas de Tarragona, o ese north face que te protege de cine del viento... o sabes de qué va o todo es caro o barato de una forma absurda y sin criterio....
no lo encuentro caro porque lo que me ofrecen no lo veo muy a menudo, y básicamente es servicio y atención al máximo, con un gin tonic o con una pizza (sí, sí, pizza pero què pizza!!)...te tratan como si fueras cliente (ostras si lo eres!!!), como si les importase hacerte sentir cómodo... de hecho hacen todo lo que el manual del buen restaurador dice.
vayan, si consiguen la manera, vayan... vale la pena, trato excelente, carta más que interesante y productos de calidad.....lo disfrutaràn.
Comimos bien, pero sin estridencias.
Unas tapas normales, una magnifica Burrata que recomendamos, unas espagetis con gambas aceptables, y un buen steak tartar, peo no tanto como esperaba.
Para beber, Remmelluri reserva 05 a 23€, bien servido en buenas copas.
Al reservar, Gillem el jefe de sala te contesta por tu nombre al telefono (ya que previamente te ha facilitado su nº movil para que reserves), y al llegar te atiende de maravilla, el resto del servicio volunarioso y amable, pero algo falto de rodaje.
El local es magnifico, y de noche debe ser espectacular, por la decoración roja y negra y por el juego de luces y sombras, y entiendo que pueda apetecer tomarse más de una copa, con calma. Nosotros fuimos mediodía.
Es solo de fumadores, aunque en la mesa de al lado estuvieron fumando, inclus0 un puro al final, pero el humo no nos molestó(!!)
Volveremos, pero a cenar sin prisas.
El título viene a cuento a que me recordó la primera vez que entré en Dopo a aquellas salas de juego de los años 70, escondidas, con la luz concentrada en la mesa y el silencio inundando toda la estancia.
Guillem nos recibió muy amablemente y para comer nos dejamos aconsejar con una variedad de primeros a su elección ( 2 torradas con anchoas y otra con funghi) pizza (recordar que saltimbocca está muy, muy cerca) y una burrata excelente. De segundo fueron steak tartare de carne, de pescado y un comensal se decidió por el lechazo. Todo realmente bueno. Para beber elegimos un Bassus que no había probado y me sorprendió gratamente. Pienso comprarlo cuando pueda.
Para poner algún pero, diremos que entre los primeros y el segundo hubo una demora notable y de la cual se comentó en la mesa.
Aconsejable, discreto, buena comida y buena relación precio.
Ahora que Barcelona se ha llenado de restaurantes con la misma oferta gastronómica, nos sorprendió encontrarnos con este restaurante.
Habíamos oído hablar de él ,pero no fuimos capaces de encontrar muchas referencias en internet, pero de hecho esto es lo que pretende este restaurante clandestino que seguro que no os dejara indiferente.
Apuesta por una opción alternativa e innovadora, que nadie espere encontrar una alta cocina, su oferta se centra en una cocina italiana con una materia prima excelente, platos generosos con buenas combinaciones, no olvidemos que detrás de la creación de los platos se encuentra Jordi Vila ( Alkimia).El restaurante no tiene cartel , ni siquiera telefono para las reservas, Guillem Vicent es quién recibe las llamadas directamente a su móvil.Sorprendente que el restaurante estuviera lleno
Entramos al restaurante a través de un pasadizo prácticamente sin luz,una vez dentro del comedor sorprende la iluminación, el comedor no tiene ventanas, pero no se echan de menos, la combinación de la luces rojas con la paredes negras y de fondo el jazz hace que te veas envuelto en una atmosfera muy agradable y sobretodo diferente.
En cuanto a los platos, la idea era probar bastantes, asi que nos dejamos aconsejar por Guillem:
*bruscheta de escalivada
*agnoletti rellenos de carne rustida
*pizza marinara (simplemente ajo, oregano ,tomate hojas de albahaca, pero impresionante..)*risotto de ostras ( hay que probarlo...)
*La tagliatta de vaca sobre la berenjena ahumada
Para mi gusto lo mas flojo, fueron los postres , probamos tiramisu y torrija.
En defenitiva el restaurante nos gusto y sobretodo nos sorprendió, servicio atento y personalizado
En la trastienda del restaurante pizzeria Saltimbocca (ex Taxikey del maestro pizzero Fabian), han montado, con una decoracion deliciosa, en rojo y negro, una especie de guarida para "mafiosos". Con mesas espaciosas y luces personalizadas a cada mesa y con puerta sin ningún tipo de rotulación dan paso a una espacio sorprendente en el que Jordi Vila (Alkimia) desarrollada una cocina italiana con toques personales.
Vajilla, manteleria y coperio de cierto nivel. Servicio atento y profesional. Carta de vinos equilibrada.
Aperitivo con grisines de fabricación propia, parmesano i mortadela. Y unas aceitunas excepcionales.
Comimos una burrata con tomate seco i olivas negras. Excelente.
Una ensalada de alchachofas, parmesano y jamón iberico. Muy buena.
Unos spagettinis picantes al "olio". Buena cocción de la pasta. Poco picantes para mi gusto.
Una pizza, llamada leonesa con cecina. Con pasta fina y sabrosa.
No tomamos postres.
De beber, un sauvignon blanc del Penedés, Tayamgut, a 17,00 €