El puntillo
Acudi con mi pareja tras ver las buenas criticas y sali satisfecho solo a medias. Las raciones son algo excasas aunque invitan a que digas algo si te quedas con hambre. El servicio es atento y cordial.
Comenzamos con un caldo de ave bastante rico pero como el que puede hacer cualquier madre. Para seguir con la patata rellena de micuit y con trigueros(buena).Para terminar los aperitivos nos sirvieros la croqueta de pollo,totalmente prescindible.De pescado un bacalao con boletus, perfecto de punto y de buena materia prima. La carne una carrillera correcta sin mas,no emciona. De postre el bizcoflan, no me parecio nada especial. El vino (lalanne crianza) bastante subido de precio,casi 20 euros. Las raciones son escasas, por lo que he podido leer antes debian dar un entrante o dos mas. No nos quedamos con hambre pero desde lugo no salimos sin ganas de cenar, bien es cierto, que nos dijeros que si nos habiamos quedado con hambre...
Al final, con un cubata, la factura se fue a mas de 90 euros. No me parecio desde luego nada barato aunque no comi mal.Cierto es que no cumplio con las buenas expectativas que llevaba.