Comida de miércoles con el local lleno a rebosar, donde la figura de Pere aparece a cada instante: fotografías, cuadros, etc.
Extraordinarios los caracoles y el embutido de entrada; avisamos a Pere que no se pasara.
No había comido caracoles tan buenos en mi vida, con tomate, langostinos, calamar y picante; extraordinarios.
Para comer, pintada, pato y oca acompañados con patatas fritas los dos primeros y peras el último, buenísimos todos, deliciosos.
Para beber dos botellas de cava de la casa, -con la fotografía, como no, del dueño incluida-, simplemente pasable; fue lo único que para su calidad no me parecio barato, a 14 € cada una.
Lo dicho, mas dos cremas catalanas, tres cafés y tres orujos, 88 € tres personas. Muy bien.
Al pato, la oca y la pintada, los paseamos por la preciosa granja antes de coger el coche de vuelta a Girona.
Curiosa la cuenta; 20 € por persona, mas bebida.
De obligada visita si se está por la zona.