Parece que no ha descendido la calidad, aunque haya dejado la cocina su joven chef, JAvier Aranda; asi como parte del servicio. Se nota que disfrutaste mucho.
Este establecimiento demuestra que una decoración sencilla pero cuidada, una oferta gastronómica precisa y un trato excelente son los tres pilares para mantenerse en este competitivo y exigente negocio de la restauración, especialmente en esta zona de negocios. Buen restaurante de cocina de mercado y tradicional, con una oferta honesta con buenas elaboraciones y presentaciones basadas en la calidad de los productos. Nos resultó, si acaso, un poco corta y no hay menú degustación. No hay espacio para la creatividad en las elaboraciones (al menos ese día), pero lo que hacen lo bordan. Se nota la mano de Benjamín Urdiaín que les asesora. Además nos sorprendieron con raciones, en algunos casos, muy generosas. De los pocos sitios de los que hemos salido literalmente ahítos.
Según se entra, una barra te permite tomar algo mientras esperas al resto de lo comensales o echas un vistazo a su enorme vinoteca acristalada hasta el techo. Dos salones y uno privado. Nos colocaron en el salón situado a la derecha según se entra y que resulta ser muy luminoso gracias a los enormes ventanales. La decoración es moderna (madera, cristal y acero), podríamos decir que elegante, con mesas amplias, correctamente vestidas y más que aceptable separación entre ellas. Te sientes muy cómodo.
Servicio especialmente amable y simpático con nuestro chaval pero siempre eficiente y discreto. Quizás el maitre nos resultó un poco seco en el trato pero cada uno es cómo es y no se le puede reprochar nada.
Servicio del pan con una amplia oferta. Sobresalieron unos panecillos de tomate muy ricos.
Como detalle de la casa, una crema de patata y un buñuelo de cordero muy discretos, que acompañamos con una caña bien tirada y una manzanilla La Guita.
Comida para tres personas:
De primeros:
- Croquetas caseras de ternera blanca y jamón ibérico: Nueve croquetas exquisitas y de buen tamaño, crujientes por fuera y cremosas por dentro. Plenas de sabor. Sensacionales.
- ½ ración de verduras en témpura con salsa teriyaki y romescu: Generosísima media ración de verduritas (calabaza, judías verdes y brócoli) finamente rebozadas y bien acompañadas con dos cuencos para las salsa mencionadas.
- Huevo, papada ibérica y migas: De nuevo una generosa ración que incluía un par de huevos escalfados con un soberbio taco de tocino ibérico muy veteado y de excelente sabor. Las migas muy crujientitas y sin grasa.
- Lasaña de boletus y foie: Dos láminas de pasta envolviendo un guiso de boletus junto con un filetito de foie que combinaba a la perfección con los hongos. Presentado sobre una crema fluida de patata. Muy bueno.
De segundos:
- Jarrete de ternera a compartir por dos: Estupenda pieza de carne deshuesada y emplatada frente a nuestra mesa. Generosa ración de la que podía haber comido al menos otra persona. La carne se guisa a fuego lento durante 48 horas y finalmente se marca al horno. El resultado una carne muy melosa y de excelente sabor. Presentada con un puré muy cremoso de patata.
- Steak tartare a su gusto: Magnífico centro de solomillo cortado a cuchillo. Antes de emplatarlo te ofrecen degustarlo por si necesita corregirse; en mi caso no me hizo falta. Presentado con unas patas soufles. De los mejores steaks que he probado. De fama más que merecida.
Postres:
- Dos tartitas finas de manzana: Merece la pena la espera de unos 15 minutos. Delicado postre presentado con helado de vainilla muy cremoso y rico. En mi caso lo acompañé con una copita de un excelente moscatel Molino Real 2008.
En la sobremesa, y sin pedir cafés o infusiones, una bandejita de petit-fours que apenas pudimos tocar.
La carta de vinos es sencillamente fantástica y a precios más que razonables (x 1.5). Completa oferta de vinos nacionales e internacionales, destacando la diversidad de champagnes (unos 100). Despista un poco la organización de la carta; unas veces por procedencias y otras por variedades de uva. Quizás eché en falta al sumiller Mario esa tarde. Pedimos Terruño Finca La Emperatriz 2008 (28€ + IVA) servido perfecto de temperatura y en copas Spiegelau. Siempre atentos a rellenar.
Precio total: 207.02€ (inc. IVA, pan y aperitivos a 3.50€ por persona, vino, una copa de manzanilla, una caña, un refresco, dos botellas de agua grande a 2.50€ y una copa de MR a 4€).
Nota 1: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría comer en este local con IVA y sin bebidas.
Nota 2: Como sorpresa final, al presentarnos la cuenta, nos comentaron que estábamos invitados al postre. Sinceramente, así da gusto.
Parece que no ha descendido la calidad, aunque haya dejado la cocina su joven chef, JAvier Aranda; asi como parte del servicio. Se nota que disfrutaste mucho.
Pues no sabía lo de los cambios. Quizás ante la baja de Javier Aranda se haya perdido un poco de atrevimiento en la oferta gastronómica, lo cual me desconcertó un poco al principio. En cualquier caso, lo que tomamos nos gustó muchísimo aunque fuera todo muy clásicon. Se me vino a la memoria el Zalacaín.
Saludos
Los buenos clásicos nunca mueren (en teoría); hay rumores sobre este sitio que dicen que su tendencia va a ser otra (prefiero no aventurarme). ¿Qué tal de aforo???
Solo estaba en "uso" la sala de la derecha (100%) y el privado.
A nosotros nos encantó, por lo que tal y como está ahora mismo, sería uno de nuestros restaurantes de "cabecera" como dicen algunos. Espero que lo cambios no les lleve por un camino equivocado y terminen cerrando.
Saludos
Ya he leido tu última experiencia. Creo que es un sitio como para volver. No sé, quizás tuvimos demasiada suerte ayer, nos gustó mucho, aunque eché en falta algo más de inquietud en la cocina. Quizás lo cambios que se están produciendo...
Saludos
De las pocas veces que han conseguido "llenarme el buche". Bastante generosos en las raciones sin mermar la calidad.
saludos
Muy buen restaurante y con especial atención al tema del vino, cuentan con el que para mí es el mejor sumiller de Madrid (Mario García) y con la mejor oferta de Champagne de la capital. Veremos hacia dónde van, parte de su gran equipo de sala está ahora en Álbora.
Saludos,
Eugenio.
Muchas gracias Gabriel. Últimamente no nos prodigamos mucho, la verdad sea dicha. A ver si cogemos ritmo y aporto más regularmente, aunque espero que sea de cosecha "nacional".
Saludos
Nacional, espero por tu bien y el de tu familia supongo.
Vaya, ya veo que estás en territorio patrio, me alegro.
Varias veces en Madrid he pensado ir a Piñera y por unas cosas u otras al final se ha torcido el tema, la proxima vez no fallo. Muy buen comentario.
No sé por cuanto tiempo, pero si. Por otro lado, si te animas a conocerlo creo que te gustará.
Saludos y gracias
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