Calidad y restaurante "de los que no fallan"
Llevaba varios años sin ir y ha surgido una comida de trabajo para 4. Restaurante lleno en dia laborable con mucha gente de los negocios cercanos pero tambien mesas mas familiares. La acogida cordial y formal. Un servicio de los que ya quedan pocos y cada vez se agradecen mas: aparcacoches, recogida de abrigos, etc.
Nos ofrecen aperitivos y nos traen los menus. Todo sin prisa pero lo suficientemente agil.
Un detalle a mejorar es que trajeron de aperitivo de la casa una crema de verduras pero no con las cervezas que algunos pidieron sino con los entrantes. Con las cervezas, unas aceitunas y pepinillos.
Elegimos a compartir:
-pulpo a la gallega: algo aceitoso y duro
- jamon : muy bueno
- erizos de mar con huevos de codorniz gratinados. Buenos
DE segundos :
- Rodaballo al horno
- 2 rodaballo plancha: uno el mio. Espectacular la frescura y bien de punto
- solomillo: que comentaron que muy bueno
No postres. Solo cafes.
Vinos: Vallegarcia Viognier a 23 € y Secastilla .
No se lo que costo porque fue invitacion pero por los precios de carta creo que no bajaria de los 60 o 70. No es barato pero hay calidad. Creo que el grupo Oter en Madrid lo hace francamente bien.
Recomendable para comida tradicional, buen pescado y marisco y a precios al elevados pero aun razonables.