Restaurante Luna Rossa en Valencia
Restaurante Luna Rossa
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
18,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
26 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
7.6
Precio medio entorno ENTORNO
5.3
RCP CALIDAD-PRECIO
5.7
Tiramisú
Raviolis negros
Ravioli negro relleno de vieira
Opiniones de Luna Rossa
OPINIONES
7

Circunstancialmente nos hemos quedado mi hijo mayor y yo solos, y pese a tener un buen pollo de corral en el horno, teníamos que aprovechar la coyuntura.

Ahora sólo quedaba ceder ante su petición de italiano, y como es un tipo de cocina que también me gusta y encima el restaurante lo elegía yo, pues un "lo que a ti te apetezca" de falsa resignación con mueca de contratiempo incluida.

De repente me he acordado de este sitio que tenía ubicado y del que había leído y escuchado cosas muy positivas, como sus pizzas a leña y su pasta casera. Corroboro ambas.

Es un local fresco y desenfadado que se podría prestar perfectamente a copas. De hecho por su imagen y nombre, pegaría sin lugar a dudas en la zona marítima. Predominan los malva y violeta, el mobiliario es blanco... Su estructura es escalonada formándose espacios.

Teníamos pactado de antemano una pizza para compartir y un plato de pasta individual, por lo que nos sumergimos en su carta bien presentada y nutrida de platos. Platos que ves caros de inicio por asociar la pasta a algo barato sin tener en cuenta que puede haber detrás elaboración y producto también, claro que si.

Aún con todo y con eso, la mejor opción de lunes a viernes parece que es su menú de 13 €. ya que puedes pedir cualquier pizza de la carta como segundo, siempre tienes un plato de pasta, ensalada o antipastos. Luego ves las raciones y si encima le sumas que entra el postre y la bebida pues aún te convence más. Comes muy bien y por la mitad. Lo comprobaremos.

Antes de meterme ya con lo comido, pienso que cuando alguien se te sale del menú habitual laborable y te pide a la carta, se ha de tener un detalle que lo distinga. Esto lo digo constructivamente y pensando en lo que yo haría, claro está. Yo que sé... un platito de lascas de parmesano, un surtido de aceitunas con hierbas... algo.

La pizza elegida ha sido la Tirolo, que llevaba el fiambre italiano Speck y una mezcla de quesos como la clásica mozzarella, gorgonzola y alguno más. Hecha a leña, perfecta masa, gustoso tomate de base... muy buena.

Respecto a la pasta, unos ravioli de carne (Ossobuco) con queso y albahaca fresca para el chaval que lo ha flipado, y unos ravioli negros para mi que me han demostrado que un plato de pasta puede ser también de pescado.
El punto de cocción de la pasta perfecta y el relleno espectacular. Me comentaba él que sentía los trocitos de la carne, y en mi caso, para muestra un botón (relleno de vieira).

Para beber, una Coca-cola y una copa de vino rosado que rápidamente he querido saber cual era, sí, lo han traído a la mesa servido, porque me ha resultado familiar y de gran calidad. No podía ser otro que el Inurrieta Mediodía de la añada ya 2014. En buena copa, por cierto, y generosidad en el llenado, como debe ser cuando se pide vino por copas.

El postre ha terminado de confirmar lo bien que trabajan. Un par de Tiramisú. Ligero, suave pero con sabor, como el impregnado bizcocho de licor.

Hasta el limoncello del chupito invitación me ha gustado. Por cierto, que el café sólo no lo he visto reflejado en la cuenta. Quizá se han reservado el detalle para el final ;-)

Un buen italiano, la verdad.

  • Tiramisú

    Tiramisú

  • Raviolis negros

    Raviolis negros

  • Ravioli negro relleno de vieira

    Ravioli negro relleno de vieira

Nos habían hablado de Luna Rossa y decidimos comprobar su cocina. La atención notable por parte del dueño y maitre. en todo momento atentos a cualquier indicación. El pulpo con puré de patata a la gallega realmente acertado y presentado. De sabor exquisito y bien condimentado. La pasta de buena calidad asi como las pizzas al horno que están en su punto de sabor, ingredientes de calidad y elaboración. Además os recomiendo el vitello tonato con salsa de alcaparras y atún fabuloso. Los postres caseros de lo mejor de la zona. En general un lugar de encuentro donde pasar una velada con la pareja o familia disfrutando de una buena cocina italiana.
Me encantaría que la cerveza que sirvieran no fuese solo de botellín italiana o nacional pues donde se ponga una buena jarra de cerveza de barril.... Por otro lado tened paciencia con el servicio que aunque muy amable no siempre comprenden los matices al ser personal foráneo con poca experiencia en nuestro idioma.
Por cierto... un buen vino italiano Verdiccio Castello de Jessi por 14 €.
En líneas generales muy recomendable para almuerzos o cenas.

No entrare en temas de decoración porque cenamos en la terraza, ya que la noche se prestaba a ello.Un lugar al que acudí por estar cerca de la zona donde me encontraba y por recordar que el amigo Dani estuvo y le gusto, me fió de su criterio.
Y no defraudo, aunque me quede con las ganas de probar la pasta, quizá otro día.Empezamos con plato de parmesano con tomate hecho al horno, muy rico, acabamos sucando...después vinieron las pizzas, yo pedí la campagnolo (creo que se llamaba así) y una calzone, las dos estaban fabulosas, con una masa rica y unos ingredientes de calidad, sobre todo el apartado de quesos.
El servicio en mi caso fue diligente y hasta simpático.
De bebencia cervezas italianas con y sin alcohol mas una botella de agua, echando un vistazo a la carta de vinos pude ver que tienen unas cuantas referencias nacionales y un buen surtido de italianos.

Recomendable

Cena para dos comensales, un jueves de Septiembre. No nos dejaron sentarnos en una mesa para 4 con mejor hubicación, habiendo 4 mesas libres y siendo más allá de las 22 horas. El camarero fué en todo momento muy impertinente, pues vino 3 veces a preguntarnos si ya habíamos decidio lo que íbamos a tomar (en menos de 10 minutos).
La carta de vinos la vi bastante cara, pues por un chianti flojito te encontrabas en 18 euros....casi lo mínimo de la carta. Por lo demás tomamos una ensalada y dos tostas hechas con mango exquisitas.
La pasta estaba muy bien hecha, los gnoquis abundantes (no me acabé el plato) y muy sabrosos, con pasta fresca, y los raviolis exquisitos y bien presentados (no tan abundantes).
En total 64 euros, sin postre ni café.

Positivo: La pasta era exquisita
Negativo: El mobiliario deberia mejorar mucho y el suel del local ser de parqué orignal, no de madera sintética. La atención nefasta, ni siquiera nos hicieron caso cuando preguntamos por dos vinos de similar precio....

Me encantó este restaurante italiano apartado del mundo, porque está literalmente en un tramo (sin salida) de la Alameda en el que jamás se me había ocurrido adentrarme. Como nos comentaron, se nutren principalmente de los vecinos de la zona, ya que la gente no lo conoce.
El local es de decoración sencilla pero muy agradable. El mobiliario es cómodo, discreto pero te hace sentir a gusto.
Disponen de un horno a leña (este sí) donde se elaboran unas riquísimas pizzas con una masa de gran calidad. Me gustaron las dos que probamos, a las que añadimos un poco de aceite picante casero que amablemente nos trajo la encargada del local. La pasta fresca se prepara al momento, es fina, de excelente factura y el relleno estuvo muy acertado (gorgonzola con pera). La ensalada de la casa también está riquísima, contundente y bien presentada. De postre, el mejor tiramisú que he comido nunca, haced hueco porque merece la pena.
No probamos el vino y a penas presté atención a la carta, así que este apartado lo dejaré en blanco para futuras visitas.

Un restaurante al que no tardaré mucho en volver.

Servicio correcto, el restaurante lleno, sábado a mediodía comida en la terraza.

Para comer unos papardelle con verduras buenísimos (la pasta es fresca hecha por ellos.) Y unos raviolis con foie que estaban muy buenos (esta plato justito de cantidad con alguno más por el precio del plato estaría mucho mejor).

De entrante berenjena gratinada con salsa de tomate y queso parmesano que estaba bastante bien.

Para beber cerveza, fanta de limón, coca cola y agua.

Interesante restaurante en el que se ofrece una cuidada cocina italiana en un ambiente moderno, informal y acogedor.
Recomendables las pizzas realizadas con horno de leña y los platos de pasta casera, muchos de ellos con toques de creatividad (excelentes los raviolis negros rellenos de rape y gambas). La presentación de los platos está cuidada y las raciones son abundantes, por lo que es recomendable pedirse platos para compartir.
No puedo hablar del vino, ya que no tomamos.
Servicio agradable y adecuada relación calidad-precio. Sobre los 25€ pax

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