Restaurante Robert de Nola en Caldes de Montbui
Restaurante Robert de Nola
País:
España
Provincia:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
32,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
39 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
6.6
Precio medio entorno ENTORNO
6.6
RCP CALIDAD-PRECIO
5.8
Cremoso de patata
Coca de moniato
Opiniones de Robert de Nola
OPINIONES
11

Primera visita al Robert de Nola, uno de los mejores restaurantes de Caldes de Montbui. Sala grande, mesas bien puestas y separadas, interesante carta y varias opciones fuera de carta, básicamente productos de temporada.

De primero una coca de moniato con manzana y foie caramelizado buena pero hubiera preferido tibia y no fría y un cremoso de patata con setas confitadas y huevo correcto.

De segundo pluma ibérica a la piedra, tierna y gustosa. Sin postres.

Muy buena opción en Caldas, con un servicio correcto, carta amplia e interesante y facilidad de aparcamiento.

  • Cremoso de patata

    Cremoso de patata

  • Coca de moniato

    Coca de moniato

Yo fui, con unos amigos hace un mes, más o menos, y mi experiencia como la de mis acompañantes no fue agradable, ya que a pesar de reservar mesa, tardaron en dejarnos pasar, una vez sentados y con las cartas en la mano, nos dejaron un buen espacio de tiempo para elegir que nos apetecía (es decir, creemos que se olvidaron de nosotros). Debido a las largas esperas, pedimos varias cosas para picar, aparte de los platos correspondientes para cada uno y como consecuencia la cuenta final se incremento bastante. Un punto a comentar para mis acompañantes que conocían el restaurante mucho antes que yo, es que "Con el tiempo hay muchas cosas que hay que renovar", ya que por el contrario sino el restaurante se queda anticuado para los ojos de los clientes habituales y como resultado conseguirán el bye bye, ya que Caldes de Montbui ofrece varios restaurantes mucho más recomendables y con precios más ajustados...

El punto positivo es cuando al fin llega la comida a la mesa, que hay que reconocer que elaboran bien los platos, típicos pero con un toque original...

Conclusión, o cambian o bye bye

El Robert de Nola es un restaurante situado a las afueras de Caldes de Montbui, en un local de diseño muy bonito y bonitas vistas.
Es recomendable reservar mesa, porque por norma hay que esperar bastante.
La carta es tradicional, pero muy apetecible. Recomiendo pedir platos para picar, ya que el servicio es algo lento y así vas saciando un poco el apetito, pero siempre sin pasarse sino encarecerás la factura.
Mis acompañantes y yo empezamos con unas virutas de jamón, morro de cerdo tostado, queso tibio de cabra con manzana y confitura de tomate. De entrante yo me pedí una sopa de pescado de roca muy buena y de segundo un solomillo de cerdo ibérico con salsa de naranja, el cual me sorprendió la combinación en el paladar de una manera agradable. Los postres son lo que para mi gusto podía cojear, ya que eran demasiado típicos, aunque entra en los que se puede entender como una carta tradicional, así que me adapte y deguste la crema catalana.
El comedor principal es bastante ruidoso y el servicio un poco lento, por este motivo no lo recomendaría para ir con niños o  para asuntos de trabajo ya que la comida se alargaría demasiado y el ruido no acompañaría al asunto.

Nos acercamos a Caldes de Montbui un domingo a comer al restaurante. Reservamos para las 15.00. Llegamos algo tarde, sobre las 15.15 pero no hay ningun problema. El restaurante ocupa la planta baja de una vivienda con fachada de cristal por la que entra una luz muy agradable. Dicha fachada, recubierta de pizarra negra y con contrastes de lamas de madera ofrecen una bonita entrada. Como he dicho, las mesas de cercanas a la cristalera que da al exterior son las mejores sin duda, dado que gozan de mucha luz y de bonitas vistas hacia verdes prados. Eso si, el confort es inversamente propocional a la distancia a dichas mesas, dado que el interior se percibe oscuro y tosco.

Al entrar al restaurante veo camareros correr para arriba y abajo algo estresados y con sensación de no dar a basto. Consecuencia? solo en sentarnos y tener las cartas en la mano tardamos como 15 minutos.

El dueño, deambulea arriaba a bajo del restaurante pero no esta muy atento a lo que se le viene encima. En definitiva, que despues de unos paseos arriba y abajo decide venir a tomarnos nota. Me llama poderosamente el modus operandi de como toma nota, ya que escribe en papeles sueltos y arrancados de una libreta a de cuabros ENRI de toda la vida.

La carta parece la de un restaurante muy pero que muy vulgar. No vi nada que me llamara la atención o que me hiciera pensar que el lugar era diferente y que valia la pena desplazarse hasta allí. Pero, el dueño tiene ases en la manga escondidos. Al acercarse a la mesa, empieza a cantar platos de temporada y esplicarlos con todo lujo de detalles. Me impresiona y cambio de opciones al oir sus platos de temporada.

Somos 6 personas, y casi todos pedimos cosas diferentes. Yo opto por una sopa de farigola con hortigas sobre parmentier de patata, avellana y crujiente de parmesa (creo). Mi pareja se pide a modo de pica/pica un canalón de foie y una coca de milhojas de queso azul. Nuestros acompañantes piden canalones caseros de mar y montaña, escachofas a la planxa y calçots rebozados.

Tardaron como media hora en traer los primeros.

Conclusiones de los primeros: todos excelentes. Mi sopa era más que deliciosa, y estuve a punto de pedir repetir pero me dio verguenza. Nunca he comido una sopa así tan diferente. El canalón de foie de mi mujer era exquisito, y el mil hojas también. El queso azul se ofrecía en forma de espuma y era muy bueno. Probé los canalones, pero no soy un experto (los que lo comían decían que eran salados). Las alcachofas duraron 2 asaltos, y los calçots eran muy pero que muy buenos, porque los pude probar. Creo que en un restaurante es muy dificil cocinar un calçot, asi que bravo. La salsa romesco que los acompañaba increible.

Los segundos fueron muy variopintos y llegaron mas acompasados. Yo pedí pescado al horno, curbina para ser exactos. Es una de mis pescados favoritos. Estaba bien, quizá algo soso, pero muy correcto. Mi suegro pidió jabalí, y dijo que estaba muy bien. Otros comensales pidieron el típico entrecot del cual no tengo referencias y mi suegra un carpacio que tenía muy pero que muy buen aspecto.

Maridamos con un petalos de bierzo servido más o menos bien, con un precio adecuado (unos 16€).

De postre pedí un tapon de cadaques que intentaba ser un coulant. Estaba bueno, pero he probado coulants mucho mejores. También tuve la suerte de probar un helado de chocolate que crujía y todo, increible. Por la mesa corrían unos cañones de chocolate con arroz con leche en el interior, que no probé.

Café muy bueno, y nada más.

Conclusiones finales. Merece la pena la espera, porque los platos de temporada que no estan en la carta son muy buenos, y a un precio razonable. Eso sí, hay que ir mentalizado a comer en un mínimo de 2-3 horas. La materia prima es excelente, y procedente de los suministrados de la zona, como cazadores conocidos por el restaurante, etc..

Pagamos 192€ por 6 personas. Volvería.

He ido varias veces a este restaurante de Caldes. La verdad es que desde el primer momento me sorprendió gratamente. Con sus limitaciones evidentes, su cocina es atractiva y sabrosa y, cuando se acierta a ir en momentos de no mucho ajetreo, el momento gastronómico se esboza dulcemente en el paladar.

Comida excelente y carta de vinos apropiada.

Interesantísimo restaurante con cocina tradicional catalana de exquisita factura, buena selección de vinos, el propietario nos recomendó un exquisito vino “BATEC5” de la d.o Montsant espectacular. En fin recomendable por muchos motivos incluso por su precio.

Local de corte moderno tranquilo y acogedor un día normal, platos excelente preparación, presentación y con oficio carta de vinos corta pero con lo suficiente, creo que caldas dispone de una buena restauración rcp muy recomendable entre semana festivos llamar primero

Comimos buenos primeros platos por menos de 10 euros. De segundo, Foie al oporto y atún con salsa de cerezas, en raciones inusuales (por generosas) en restaurantes parecidos. Postres correctos. Hemos ido más de una vez y siempre te sugieren algunos platos fuera de carta que pueden valer la pena. Se nota querencia al producto. Vino: Costers del Gravet 2005, a temperatura adecuada y en copas Schott. Todo por unos 45 euros pp, que no està gens malament avui en dia.

La carta de vinos es sencilla pero correcta, aunque la bebida se sirve en copas de mala calidad. Los platos son buenos y bien presentados. El servicio no es profesional (nos sirvieron el primer plato antes de traer la bebida, estabamos comiendo el último bocado y ya nos estaban retirando el plato). La sala es grande, con poco espacio entre las mesas y mucho ruido.

A 20’ de Barcelona, un acogedor restaurante con inmejorable relación calidad precio. Entrantes deliciosos a 6€. Buenas carnes, con perfecta ejecución. Carta extensa, cuesta decidir, y no está mal dejarse aconsejar. Además, platos del día con productos fresquísimos. Buena carta de vinos y buen servicio. Un básico.

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