Nueva visita a este restaurante al que solemos acudir un par de veces al año, ya que es una de las pocas opciones de cocina creativa en Torrelavega.
Como siempre, nos decantamos por el menú degustación, en este caso estaban cambiando el de invierno por el de primavera, normal, con este tiempo no se sabe muy bien en que época del año nos encontramos.
El precio del mismo son 37€:
- Empezamos con un trío de aperitivos, una especie de pan de molde relleno de una crema de anchoa y almendra picada por encima, una bolita de queso rebozada en polvo de kikos y una croqueta de jamón sobre una crema de piquillos, correctos sin mas.
- Terrina de foie con gelée de naranja, pistachos y piñones, muy buena, se nota que es casera y la conjunción con el resto de componentes es perfecta, se acompaña de una tostas calientes para untar.
- Guiso de perretxicos con huevo mollet y virutas de jamón, un plato sublime, el huevo muy bien ejecutado, casi crudo por dentro para poder mezclar la yema con los pequeños hongos, puro sabor a monte.
- Tatín de hígado de pato, masa de hojaldre muy almibarada donde reposan dos medallones de foie a la plancha y se remata con una yema de huevo cruda y una potente salsa, un plato contundente, lleno de sabor, pero repitiéndose productos de platos anteriores como el foie o el huevo.
- Cola de rape en crujiente de almendras, se presenta el rape dentro de una masa brick, con unas almendras tostadas y trituradas por encima y una fina salsa verde para conjuntar el plato, sin estar mal, la verdad es que no me dijo gran cosa.
- Paletilla de cohinillo confitada con manzana asada, otro buen plato, el cochinillo muy jugoso, perfectamente deshuesado y con la piel bien crujiente, dándole un contrapunto dulce con la manzana asada.
- Helado de moka y tocinillo de cielo, el helado cremoso y refrescante, el tocinillo pues ya sabemos lo que hay, dulzura a mas no poder.
- Versión de un sobao pasiego, el papel que lo suele recubrir en este caso es pasta brick, el sobao en si es un trozo de quesada y todo ello coronado con una bola de helado de vainilla, visualmente si que parece un sobao, pero se me hizo un postre demasiado pesado para la panzada que ya llevábamos encima.
En cuanto al vino, siguen teniendo una cuidada carta, con referencias de lo mas interesantes y precios de lo mas ajustados, optando en este caso por un Do Ferreiro Cepas Vellas 2010 a 23€, servido perfecto de tª en buenas copas Spiegelau y atentos siempre a rellenar las copas.
Con los postres tomamos unas copichuelas de vino dulce Don PX de Toro Albalá mas otra para mi de Alvarez Nölting, todas ellas invitación de la casa.
Mi mujer terminó con un GT de Siderit, una ginebra que se elabora a 1km escaso de nuestra casa.
Pues como siempre una estupenda velada.
Seguro que habrá mas visitas.