Otro que lleva años cerrado

Esta es la apariencia de este restaurante que como ya han dicho en otras valoraciones ofrecen una buena materia prima aunque el servicio ejercido por el matrimonio propietario del restaurante y su hija y secundado por un camarero posiblemente en prácticas es más adecuado a la fonda de pueblo que a un restaurante de una gran ciudad y situado justo destrás del ayuntamiento.
Todos dando órdenes y todos queriendo hacer lo mismo al mismo tiempo, resultado: un caos, se salva el camarero que va a lo suyo, debe ser el único que tiene oficio.
En la cocina dos sudamericanos que sufren la ineficiencia y el desorden de los propietarios reclamando platos a voces desde la sala a través de una abertura pasaplatos que une la cocina con el comedor.
Pedimos una torrada con anchoas y esqueixada de bacalao, las anchoas buenas y el bacalao de calidad y abundante pero desgraciadamente sin sabor, demasiado tiempo en remojo.
De segundo una brocheta de diferentes tipos de carne y verduras y un rustido del Empordà consistente en diferente tipos de carne, muy bueno gustoso y reposado.
El vino, poco donde elegir, nos decantamos por un D.O. Empordà Clos de las Dòmines, servido a la temperatura correcta.
De postre compartimos un bisbalenc dulce típico de la capital del Alt Empordà, La Bisbal. Nos dejaron en la mesa un porrón con moscatel para acompañar el postre.
Dos cafés

Ya lo había comentado en Verema, pero la sepia con albóndigas, merecía otro comentario y de paso comprobar que este local sigue en forma, y fiel a su filosofía.

Muy buena materia prima y muy bien tratada, lejos de elaboraciones sofisticadas, pero lo que elabora, lo elabora muy bien, en su mayoría cocina tradicional catalana, como la que se come en casa de la abuela.
Con un servicio relajado, cercano y atento.

Puedo hablar de una torrada de escalibada (al horno de leña) con anchoas (de buen tamaño) muy buena, pero sobre todo de una sepia con albóndigas servida en un recipiente de barro, la sepia tierna y suave, con una textura magnifica, muy bien cocinada y las albóndigas caseras, pues eso , como las de la abuela, y la salsa, de sucar y sucar, acabé con la panera (pan de pages).

El All i Oli, brutal, de esos que le das la vuelta al cuenco y no cae, para acompañar unas patatas al horno.
No pedimos postres.

Su punto flaco sigue siendo el vino, lo sirvieron a temperatura ambiente y estaba un pelín pasado de temperatura, la carta sigue siendo corta.

En invierno, si no estoy equivocado, vuelve la escudella, el trinxat….

El dueño de este restaurante, cogio un trocito de L'emporda y lo trajo a Sabadell, en una calle parelala a la Rambla. Es un restaurante pequeño, 7-8 mesas que llenaron, por lo que vale la pena reservar.

Un resturante muy acojedor y calido de trato familiar, en las antipodas de la cocina moderna, fusion o minimalista, esto es cocina catalana con excelente materia prima, aqui podemos encontrar carnes de Girona, distintas butifarras, dulce con manzana, butifarra de perol y fasolets, varios tipos de tortilla, platos con garnacha, y en invierno la sopa catalana por excelencia (escudella amb pilota) o el trinxat.

Nosotros pedimos para empezar escalibada (lo esperado, pimientos, berenjenas, cebolla y tomate al horno) y tortilla de butifarra negra y mongetes del ganxet, la butifarra le daba un toque fantastico y las mongetes del ganxet, como siempre, de coña

Los segundos fueron solomillo de Girona con salteado de girgolas y fesolets (habitas pequeñas o frijoles), esta materia prima solo hay que cocinarla un poco para que este genial. Y pies de cerdo a la brasa con patatas al horno, muy bueno, muy gustoso.

Un comentario del all i oli, casero, casero, está el de mi suegra, y despues ya viene este, compacto, una bola y ajo, sobre todo ajo.

De postre una tarata del Emporda, rus, pasta semi crujiente, crema de avellana azucar glase, deliciosa.

Carta de vinos extremadamente corta!!, no mas de 5-6 referemcias de tintos (tambien algunos blancos, rosados y cavas) pedimos un Abadal 2006 (14,50€) servido en muy buenas copas, la temperatura correcta, pero (y ahora estoy especulando) creo que no tienen bodega ni armarios climatizados, por lo que en verano, quizas se necesite un cubitera) servicio intermitente, no estan pendientes de la copa, pero si la ven vacia te la llenan, a mi personalmente me da igual.

El servico es cercano, no es de manual, pero estan pendientes, asegurandose de que todo esta bien, el dueño siempre en la sala, parece de confianza, porque la gran mayoria de mesas que entraron se saludaban efusivanmente con el.

Muy buen cafe.
Si os gusta la cocina catalana-empordanesa, este es tu sitio