No cumplio las expectativas.

Restaurante en los sótanos del hotel Cliveden , ubicado en los antiguos aposentos del servicio de la época victoriana cuando era una residencia privada. Dispone de dos salas , una con decoración mas clásica y paredes forradas de madera y otro con una decoración inspirada en los "años veinte". Ha tenido diferentes Chefs , estando en la actualidad Chris Horridge, el cual consiguió una estrella michelin en su anterior restaurante.
Mesas más bien pequeñas , adecuada de separación entre ellas. Muy buena manteleria, vajilla , cristalería y cubertería. Existen dos menus degustacion diferentes denominados "con" o "sin" refiriéndose a productos lácteos y grasos. Nosotros probamos el "con" y el resultado fue muy irregular.
Comenzamos con unas mollejas de ternera acompañadas de una salsa de cangrejo. Las vísceras bien cocinadas , logrando una capa crujiente y una textura melosa en el interior, pero, con poco sabor. La salsa de cangrejo con mantequilla estaba buena , pero , para mi gusto la combinación de sabores no aportaba nada especial.
De segundo tomamos una caballa confitada con cilantro y una salsa ácida. Esta vez el plato si que cubrió las expectativas. Tanto la textura , como el sabor , como la unión de los sabores provocaba una sensación agradable y original. La fuerza de la caballa combinaba perfectamente con el cilantro y el punto ácido.
A continuación foie en dos cocciones : Uno , el "mi cuit" simplemente no tenia sabor. Es verdad que tenia buena textura , pero era como si tomaras agua. La otra cocción , a la plancha , extrañamente muy bueno. Y digo extrañamente porque no parece lógico que , el mismo producto este pletórico en una cocción determinada y no sepa a nada.
Por ultimo , cordero con miel. El aspecto era de como de una carne mechada , meloso , pero falto de potencia.
Carro de quesos , excelente. Dieciocho tipos de quesos diferentes , mayoritariamente franceses, también galeses, escoceses e ingleses. Artesanos , plenos de sabor. Sin dudad ( y no deja de ser triste) lo mejor de la cena.
De primer postre sopita de mango con manzana y de segundo chocolate amargo en bizcocho con salsa de cacao. Ninguno de los dos nada especial
Carta de vinos amplia , pero muy justa. No hay casi refrencias medias. La mayoria son de gama baja o demasiado alta. Vinos de diversas nacionalidades , pero desorbitada en los precios (x3 o x3,5). Muy buen servicio de vino
Excelente servicio en sala. Buen ritmo entre plato y plato, con panes de buena calidad. Si se quiere café en condiciones hay que pedirlo expresso.
En resumen , comida con poco sabor , buena tecnica culinaria, en algunos platos imaginacion, pero , que lo mejor de la cena sea el carro de quesos no dice mucho favor de la cocina.
El precio es sin vinos