Un Proyecto Serio

Fueron múltiples las recomendaciones previas a venir a este restaurante. Entre foreros, amigos y restauradores. Solo faltaba la excusa perfecta para ir y por fin llegó.

El restaurante está situado en un palacio en la Plaza de España esquina con la calle Ferraz. Aun siendo previamente un club social privado han renovado la decoración y tiene un aire modernista. En cualquier caso tiene una entrada grandiosa. Conseguimos mesa sin demasiados problemas y nos pusieron en un semi reservado donde solo había otra mesa de 2.

El montaje de mesa, así como las copas y cuberterias eran muy correctas. La vestimenta de los camareros era muy moderna cosa que no tengo claro si encaja con la imagen del local. Eran uniformes muy "barcelona". El peor detalle de la velada fue que no había un sommelier vestido e identificado como tal ( supongo que si tienen ).

Pedimos el menú clásico pero luego tuneé el mío a al largo ( venía con hambre ). Este comprendía:

- Chupito de Coronita: Con jengibre y jazmín. Bien en vista neutro en boca. Suspenso.
- Mini Babybel de Camembert: Precioso de hecho pensé al verlo de lejos que era una esferificación. Muy Bueno.
- Carpaccio de Wagyu con Hojas Verdes: El wagyu normal pero las hojas espectaculares, un festival a la naturaleza. Muy Bueno.
- Tartar de Carabinero con "Merguez": El merguez resultó ser cous-cous, infusionado con menta, limón y un toque de picante. El carabinero esa meloso. Excelente.
- Huevo con Panceta y Pan: Al final era una especie de benedict encerrado en una pulguita de pan, no me pareció tan innovador como me habían explicado. Bueno.
- Lubina: No tengo mucho recuerdo. El punto estaba clavado pero no era muy emocionante. Aprobado.
- Kebab de Cordero: El nombre me tiró para atrás pero el plato era interesante, cambiandole el nombre repetiría. Llamadme raro pero no quiero oir hablar de kebabs en un sitio así. Muy bueno.
- El extra, Lomo alto de cebón al "carbón": Uno pensará que estaba hecho en una parrilla de carbón, y no....Todo el plato era negro, la carne, la guarnición, unos chips negros de algo que parecía yuca teñida de negro. Hablando claro, un FLIPE, la carne increíble. Excelente.

El Dulce:
- La Pecera: Alucinante pecera de cristal con una espuma de mascarpone, algo que imitaba a coral y algas, chocolate blanco, y no se cuantas cosas más. Era como comerte la navidad. Excelente.
- Chocolate con Churros: Pero sin ser pesado, con una calidad de chocolate impresionante. Broche de oro a la cena. Excelente.
- Petit Fours. Buenos.

El Vino:
Tomamos un Ultreia de Valtuille 2007. Excelente, decantado.

El Servicio:
En general bueno. Nos faltó vino en algún momento pero es que bebo muy rápido. Creo que le hacía falta 1 camarero más en la sala para ir más relajados. El cocinero tomaba las comandas pero ¿quien era el maitre, era él? ¿Donde estaba el sommelier, era el que decantó el vino? A lo mejor era uno de los camareros pero ¿como me entero yo? Son detalles pequeños a corregir. También es cierto que el restaurante estaba a reventar incluyendo salones privados.

Valoración Global:
Muy Bueno. Como todos algo pueden mejorar, creo que le falta solo 1 puntito en la cocina a algún plato, y en la sala hacerla un poco más formal. Creo que tiene posibilidades de convertirse un grande. Y en Madrid no había visto algo así hasta ahora. Volveré y recomendaré.

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