Pues por el precio la RCP parece excelente, y da sensación de ser muy diferente de los orientales al uso. A ver cuándo puedo ir...
Buena opción japonesa
SERVICIO DEL VINO:
-
7.0
COMIDA:
7
ENTORNO:
7
CALIDAD-PRECIO:
7
Por recomendación de Quintín (aq) y Juan Diego (20 à la Rambla) estuvimos el otro dia comiendo.
Es un restaurante que ocupa dos calles (según refleja en su web 415 m2 de superficie). Un salón muy amplio con mesas bien distribuidas, y con grandes acuarios donde conviven peces tropicales. En la zona donde estuvimos hay un espacio de suelo acristalado que es una maravilla pues me comenta el personal de la sala que se trata de una antigua lavandería romana. La verdad es que es preciosa la zona y en la página web está todo detallado. Nos comenta que además dispone de cinco tatamis donde el chef elabora la comida delante del comensal.
El menú de mediodía cuesta 12,80 euros y ofrece opciones de Entrantes (20 a escoger), Primeros platos (20 más), Segundos (lo mismo) y Postres (10). Cuando hay tantas opciones me pierdo, pero nos decantamos por Carpaccio de ternera con pan de gambas, acompañados de piñones y un huevo de codorniz crudo, muy jugoso; Ensalada de algas; Tallarines crujientes con gambas, pollo y verdura; Tallarines con gambas, almejas y sepietas a la plancha; un delicioso Atún rojo caramelizado; la Perla de gambas presentadas en cuatro cuenquitos con un carpaccio de gambas, y decorados con unas láminas de pescado caseras que se preparan con los sobrantes de pescado, que los secan y cuando están duros (como el jamón), le pasan una especie de afilador tipo carpintero y quedan esas virutas, que se mueven con el calor del plato. Postres: Dulce Nido de chocolate con tres trufas crujientes de chocolate y un helado de nata con nueces caramelizadas.
La verdad es que me gustó mucho, la calidad del pescado y marisco buena. El servicio de sala atento y cordial. La música ambiente relajada, las peceras me transmitieron mucha tranquilidad y pensé que mi pez se lo pasaría pipa dentro de ellas. Los aseos amplios y es una tontería, pero el jabón de manos olía muy muy bien.