Tenía un buen recuerdo de este restaurante desde que lo visité, hace casi 10 años.Fui convencido de que iba a uno de los mejores restaurantes de Aragón, para algunos el mejor. Los comentarios previos excelentes, pero mi experiencia se acerca tanto a lo nefasto de principio a fin, que quiero pensar que fue una mala experiencia puntual. No quiero extenderme tanto como si la comida hubiera resultado satisfactoria, pero también creo comveniente comentar las cosas que nos desagradan o no cumplen nuestras expectativas. Mala experiencia de principio a fin, desde el recibimento , hasta el "cafe malo" del final. Servicio distante, de circunstancias, de aquellos que parece que si haces una segunda pregunta, te van a mirar con mala cara. Vajilla anticuada y de mala calidad, como la cubertería. Local , en mi opinión desgastado y pasado de moda, con molestias de ruidos y pasos si te instalan en la planta de abajo.Baños desatendidos, sin jabón, será que estaban de vacaciones y sin personal??? Menú mediocre,pobre, casi, de mala calidad, hasta los petit foux¡¡¡. Desatención al vino, carta hecha a mano, también desatendida, y con algún vino mal escrito. Trato de buscar algo bueno y me cuesta. Nos pusieron un segundo postre de chocolate que no cobraron, tampoco las dos copas de blanco del inicio, para adaptarse al menú aq tuve que preguntar dos veces que era. En fín, sorpresa negativa , esperaba mucho quizás, una estrella, esas cosas....