Local con solera en Valencia (mi padre comenta que tenía buen pescado hace 30 años). Nosotros lo descubrimos ya con otra dirección más joven, hace como cuatro años, y hemos ido desde entonces en numerosas ocasiones, siempre saliendo contentos.

La verdad es que repetíamos los mismos platos porque nos gustaban bastante: El Calamar con Crujiente de Alcachofa, Las croquetas de Bacalao, las Bravas, El Revuelto de Bacalao y unos montaditos generosos de solomillo o foie. Era el típico sitio en que todo te está bueno y los precios comedidos.

Para beber solíamos tirar del cuatro rayas o Dª Beatriz a precio aproximado de 3 * precio tienda.

Pues ya no hay lo que había. Parece ser que ha cambiado de dirección (no vimos a la misma gente) y la calidad comenzó a brillar por su ausencia. El calamar ahora es una pota de baja calidad y la alcachofa casi ni la ves, las croquetas normales aunque de buen tamaño, las bravas de lo más corriente... y ahí lo dejo, para qué más. En fin, es una pena que cuando un negocio cambia de manos (si no me equivoco es lo que ha pasado) no cambie de nombre y tire de crédito enfocándose claramente a los turistas.

Por cierto, para beber nos pusieron un vino de rueda bastante corriente que nos cobraron a 14 euros. Mira que es fácil, si le pones poquito poquito poquito de interés, encontrar un rueda para la carta que por este precio te deje margen importante y esté rico, en fin... .

El servicio atento pero poco profesional. Dos personas que no daban para todas las mesas y la terraza.

No les daré otra oportunidad, me mataron un bonito recuerdo.

A lo mejor, para el que no lo haya conocido antes... .