Referencia obligada en Morella.

Es una de las referencias de Morella, y es casi imprescindible probarlo si estás allí. Tomamos el menú degustación (buen precio) que comienza con un libreto de fiestas, las famosas sexenales de Morella, donde cada plato representa un momento especial de las mismas. El libreto es de obsequio, explica bien los platos con fotos y el folclore al que se refiere. Los platos son variados y originales, interpretando al estilo del autor algunos platos típicos de la zona, como las croquetas morellanas y otros no tanto, como el vermut de almejas y mejillones. La calidad de los platos es buena, el servicio atento y amable. En los vinos todo decente con un punto de calidad. Íbamos con nuestro hijo de 6 años, y le ofrecieron, fuera de carta, una improvisación de plato combinado con ensalada foie, embutidos de la zona y queso, todo de buena calidad y esmerada presentación, un detalle a buen precio que satisfizo enormemente. Tomamos vino blanco y tinto y dulce para los postres. Finalizamos con café en la terraza, para poder fumar. No escatimamos en nada y la cosa salió por 70 EUR pax, sin contar la comida del pequeño, que eran menos de 15 EUR (no recuerdo la cifra). En resumen, no fue caro, bebimos mucho, y salimos muy satisfechos en todos los sentidos.