Tras el infructuoso intento por reservar para el día de Pascua, y probar el Menú de la Trufa (que ofrecían los meses de febrero y marzo, y que seguía la Semana Santa), lo intentamos el fin de semana siguiente. Conseguimos mesa para el domingo día 12. Al llegar y sentarnos nuestra grata sorpresa es que, Jovita nos anuncia que esa misma mañana le habían traído unos 300 g de trufa recién cogida y seguían ofreciendo el menú mencionado (¡Bien!).
Nos acomodan en el comedor, que está en un primer piso, aunque en la calle han montado una mini terraza (con 2 parabanes de cristal) que permite en épocas benévolas situar unas 3-4 mesas. Avelino nos recibe en la puerta (el se encarga de la terraza) y nos indica el comedor superior, donde nos recibe Jovita (que amabilidad se respira en todo momento). Mesa perfectamente vestida (buena mantelería), buen coperio (SCHOTT) y sorprendentes cubertería y vajilla (originales y diferentes para cada plato).
Obviamente decidimos el menú de LA TRUFA, pero trufa de la "de verdad", de la que te enamora aunque no la hayas probado nunca. Paso a describir el menú. Como entrantes en el centro de la mesa:
- Tosta de pan de cristal con trufa, sin más. Abundante trufa que Jovita lamina ante ti y que inunda el ambiente con su aroma. Simplemente unas escamas de sal y un chorrito de AOVE, sublime.
- Tostadita de queso de Morella con ralladura de trufa (exquisita y cortesía fuera del menú)
- Mil hojas de foie y trufa con praliné de avellanas. Un micuit en forma de pequeño flan con trufa, flores, y al que te adjuntan un pan brioche.... muy rico
- Tartar de atun rojo con trufa y aceite empeltre. Servido con un recipiente con doble fondo con agujeros en su base, y con el uso de hielo seco y agua caliente, hace salir el "humo" que crea esa atmósfera (presentación espectacular). Además, te adjuntan el certificado de la trazabilidad del atún (sorprendente)
Continuamos ahora con los platos individuales:
- Huevo ecológico a la cocotte cocinado al minuto, con setas y trufa. El huevo va crudo en un recipiente, con una crema, setas y trufa, y se coloca sobre una "bañerita" en la que se pone alcohol, le prenden fuego y ves como se va cocinando el huevo, de manera que cada uno para la cocción según el punto deseado. Espectacular en presentación y en sabor.
- Rodaballo en papillote, trufa, verduritas y aromas de monte. El pescado viene en la bolsita de plástico en la que se ha cocinado, se corta delante del comensal, y es puro sabor, con las verduritas "al dente". A uno de los comensales, no le va mucho el pescado y le prepararon un magret de pato, que tuve el gusto de probar y estaba "de muerte".
- Arroz arborio, gallo de corral y trufa. Un arroz con un caldo espectacular y un punto del arroz perfecto ("tirantito") con trufa rallado por encima. Lo comimos despacio, pero por miedo a que se acabara tan pronto. Casi se me saltan las lágrimas.
- Cap i pota servido en su jugo, crema dubarry y trufa. Se compone de carrilera y pata de ternera. La carne literalmente parecía mantequilla de lo tierna que estaba. Riquísimo.
Para los postres:
- Nuestro sorbete de cava, que va con texturas de limón y servido en una botella de cava partida longitudinalmente. Muy refrescante.
- Las texturas del chocolate. Siete formas distintas de chocolate (crema, brownie, pannacotta, galleta, bizcocho de microondas, tierra y chocolate caliente)
Café muy bueno, carta de infusiones (todas ellas naturales), y como petit fours, una "latita" con trufas de chocolate y tierra de chocolate. Invitación a licores (orujos, mistelas y crema).
De beber, tomamos 2 botellas de Finca Resalso de Emilio Moro y agua.
Para mi hijo, pedimos un menú infantil compuesto por hamburguesitas (buey) con queso de Morella y con el pan de colores, croquetas morellanas (riquísimas) y unas patatas fritas caseras (cortadas a tiras continuas). Rico y divertido.
He de decir que fue una experiencia extraordinaria, además quiero destacar la sencillez y cercanía tanto de Avelino como de Jovita, que te hacen sentir verdaderamente como en casa. Honestidad y saber hacer a raudales. Para repetir una y mil veces.
La verdad es que si, buen homenaje. Se justifica sobradamente el desplazamiento. El disfrute y el trato merecen la pena.
Saludos
si aun existen pidete algun "moscoso" y tendras mas posibilidades de ir.saludos.
y de compras que tal.a mi(nosotros) nos cuesta un oeuf cada vez que vamos.lo tienes reflejado en mis
comentsrios sobre el rest.saludos.
Muchas gracias!
La verdad es que fue un buen festín. Este menú de trufa lo hacen todos los años en temporada (de febrero a principios de abril, dependiendo de como vaya la climatología). A intentarlo el próximo año.
Un saludo
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