Entorno envidiable, Restaurante normalito.

Restaurante enclavado en un entorno cargado de naturaleza (patos, ardillas, río, etc). Vale la pena dar un paseo por los alrededores, recomendable es que sea cuanto más alejado del verano mejor. En ésta estación el número de personas que acuden a pasar el día, ocupando las mesas públicas y acampando con las suyas propias es, para quien busca tranquilidad, excesiva y el griterío a juego.

En cuanto al interior del Restaurante, está decorado con pinceladas rústicas, techo listado con vigas planas, apliques y lámparas de forja. Aceptable separación entre mesas, aunque podría mejorarse. La Carta de Vinos, salvo algunas pequeñas referencias, no es para tirar cohetes. Como iba invitado me limité a observar, no a elegir. El Servicio correcto y atento. La Carta incluía platos que no estaban disponibles.

De entrantes pedimos Foie con cebolla caramelizada y confitura de tomate. Muy logrado el foie, realmente bueno. No así el acompañamiento ya que, para mi gusto, la cebolla estaba excesivamente apelmazada. Paralelamente a este plato nos sirvieron (obsequio de la casa) unos pequeños taquitos de foie (mi cuit) acompañados de unas tiras de pimiento (el pimiento no le va nada). De haber conocido el detalle de la casa hubiéramos optado por otro entrante, o también puedo decir, que la casa debería de disponer de un par de "detalles" con los que poder alternar en función de lo que pida el cliente, ya que disponer únicamente de Foie cuando de entrante has pedido Foie, me parece como mínimo que es pecar de poco profesional.

Seguimos con un "Milhojas de hojaldre con relleno de temporada". Decepcionante plato. Se trata de un hojaldre relleno de queso y jamón. La denominación, desde mi punto de vista, me parece inapropiada ya que si bien el "Milhojas" tiene como ingrediente principal el hojaldre, no es menos cierto que éste se alterna con otras capas, de ahí la denominación "hojas". Este únicamente tenía una.

Como plato principal "Lomo de Ciervo con salsa de moras". La carne no estaba mal aunque excesivamente hecha. Lo que me pareció lamentable es que la sirvieran total y completamente cubierta de la Salsa de Moras, porque Salsa había lo que no está en los escritos. Una cosa es "napar", que según en y para qué platos es deseable y hasta recomendable, y otra muy distinta "enterrar". La salsa entiendo que debe ser un condimento al que recurra el comensal a su elección. Por eso, debe estar dispuesta en un lugar del plato distinto al de la carne y a poder ser sin tocarla. Cuando se presenta de la manera que me la sirvieron, además de enmascarar el sabor de la carne deberían modificar el nombre del plato y llamarlo "Salsa de moras con Lomo de Ciervo".

En resumen, un Restaurante del que se puede prescindir.

  1. #2

    Benito Cml

    Desde mi punto de vista emites una valoración desfavorable que puede llevar a engaño a los lectores, basándote en elementos demasiado subjetivos: tus gustos personales. Entiendo que no existe el restaurante perfecto, y por supuesto éste no lo es, pero en absoluto creo, como cliente de cierta frecuencia, que este sea un restaurante del que se deba prescindir. Por contra, difícilmente encotrarás otro restaurante que ofrezca su calidad en la cocina regional. De haber conocido bien la casa, estoy seguro que no hubieras opinado así.
    En primer lugar, discrepo totalmente sobre lo que dices acerca de la carta de vinos, pues es una de las más extensas que he visto, aunque también sé que hay gente que ni en la mejor bodega se encontraría satisfecho.
    En las veinte ocasiones que he comido allí, nunca he dejado de disponer de un plato, has debido de tener muy mala suerte, amigo...
    Por otro lado, te puede gustar en mayor o menor medida un plato o entrante, como la cebolla o el pimiento del foie, pero lo que me parece pecado, lamentable y poco agradecido por tu parte es criticar gratuitamente un obsequio de la casa. Además, si como dices, hubieras observado bien, te habrías dado cuenta que no es el único entrante disponible en la carta.
    Es posible que tengas razón en que "milhojas" no es el nombre más apropiado para ese plato, deberían haberlo llamado simplemente "hojaldre", pero te centras en este detalle obviando lo más importante, su excelente sabor y textura. ¿Te decepcionó este plato sólo por su nombre?
    La carne de caza es una carne magra, más parecida a la del cerdo que a la de la ternera, y para mi el mejor modo de comerla es bien hecha, no cruda, aunque esto, como la gran mayoría de cosas, es algo muy subjetivo y personal. Este y cualquier plato elaborado de carne con salsa que pidas en cualquier restaurante que se considere medianamente bueno, debe ser servido con la salsa en el plato, salvo que el cliente la pida aparte. Creo que debiste ser más previsor.
    Las papas cortadas al estilo caravaqueño junto al foie, la carne a la piedra, las migas, el arroz con conejo y la tarta de chocolate casera son, para mi gusto, las mayores exquisiteces que uno puede encontrar allí, el servicio es muy profesional y los precios no son muy elevados para la calidad ofrecida, por lo que, en definitva, y aunque siempre existirán paladares inconquistables, este restaurante es, más que aconsejable, imprescindible para la degustación de la gastronomía regional murciana, y más concretamente caravaqueña.

  2. #3

    Juan4886

    En primer lugar, sin ánimo de enfrascarme en discusiones Bizantinas y respetando tu punto de vista, te diré que no entiendo ni comprendo una valoración objetiva, es más para mí no existen. Desde mi punto de vista toda valoración está en mayor o menor medida cargada de subjetividad, la tuya también, quieras o no reconocerlo. Hablas de que me baso en elementos demasiado subjetivos, en referencia a mis gustos personales. Sin querer entrar demasiado en el fondo del asunto, resulta evidente que mis gustos influyen en mis decisiones, como los tuyos imagino que influirán en las tuyas. De esta manera existen elementos que cada uno valora en función de sus gustos y de su buen leal saber y entender. Así, a ti te pueden encantar las paredes cargadas de aperos de labranza y a mí, sin disgustarme, me puede parecer excesivo y cargante. A ti puede no molestarte tener la mesa de al lado a 50 cm, a mí me molesta muchísimo. No es ni más ni menos que subjetividad pura.

    Cuando entro en un Restaurante, al igual que imagino que harán la práctica totalidad de los foreros, no me dedico a valorar únicamente la comida. Siendo ésta el motivo fundamental por el que acudo a determinado establecimiento, no dejo de valorar el local, los accesos, la decoración, el servicio, la carta, etc.; y todo, absolutamente todo, desde mi propia subjetividad. Seguramente si fuera Japonés opinaría de forma distinta.

    Intento expresar opiniones, no lanzo sentencias ni frases lapidarias que no estén encuadradas en una opinión, que como toda que se precie debe estar explicada y razonada. Pero desde mi razón, no desde la tuya. Con ello pretendo que el lector, sepa de lo que hablo. Cuando hablo de un plato como “Lomo de Ciervo con salsa de moras”, y digo que la carne estaba excesivamente hecha y que me pareció lamentable que la cubrieran total y completamente de Salsa, ¿qué es lo que según tú puede llevar a engaño al lector?. Con mi afirmación ha quedado claro que la carne estaba, desde mi opinión, excesivamente hecha y totalmente cubierta de salsa. Y cuando digo “total y completamente” digo bien, porque era una auténtica barbaridad la salsa que le pusieron a los medallones de ciervo, por eso hablaba de la distinción entre “napar” y “enterrar”. Según tú ¿qué puede inducir a error al lector de mi opinión?. Dices que para ti “…… el mejor modo de comerla es bien hecha, no cruda…..”. Realizas una lectura muy personal de lo que digo (como no podría ser de otra manera), pero no des a entender que digo lo que no digo. Mi afirmación sobre una carne “excesivamente hecha” no implica, como tú das a entender, que me guste cruda, y aquí sí que hay que leer entre líneas. En ningún párrafo de mi crítica leerás que yo haya dicho que la carne de caza me guste cruda. Espero que compartas conmigo la idea de que no todo es Blanco o Negro, existe una amplia gama de grises que no deberías pasar por alto. Y dicho esto, te pregunto ¿si mi valoración desfavorable, fruto de mi opinión, puede llevar a engaño a los lectores, no crees que la tuya tan favorable también?. Que hayas estado 20 veces, a mí lo único que me indica es que o eres de Caravaca, de la zona, o tienes familia o algo parecido. Pero en ningún caso, desde mi punto de vista, tu reiterada frecuencia te otorga mayor ni mejor crédito.

    Entraré ahora a particularizar algunas de tus opiniones: Dices que difícilmente encontraré otro Restaurante que ofrezca su calidad en la cocina regional, y que de haber conocido bien la casa seguro que no hubiera opinado así. Espero que estés equivocado porque si ese Restaurante es lo mejor en calidad de la Cocina regional mi decepción va a ser mayor de la que me llevé, y espero también que tu calificativo “regional” transcienda más allá de lo que es el término de Caravaca de la Cruz. Sin frecuentar tanto como tú un lugar, (igual deberías publicar cuantos conoces de la región y emitir tus críticas sobre ellos, seguro que nos vendrá bien conocerlos) hace unos años estuve en la localidad cercana de Cehegín, concretamente en la pedanía “El Escobar” comiendo en “La Almazara”, lugar que si no conoces te recomendaría, de no ser por el inconveniente de que, según noticias que me llegaron después y que no he contrastado, cerró por enfermedad grave del dueño.

    Dices que has ido veinte veces y nunca ha faltado un plato de la carta. Según tú fue mala suerte, según mi humilde opinión falta de profesionalidad. Es una pena que no contestaras a mi crítica antes, el paso del tiempo ha hecho que se me olviden detalles como el del nombre de los platos. Lo que sí te puedo asegurar es que en la carta había un plato de perdiz, que pedí y del que no disponían; y otro de Faisán que tampoco tenían. Cuando un plato está sujeto a temporada se hace mención en la carta, o se tiene una Carta para cada Temporada. De no haber pedido Perdiz y después Faisán, seguramente me hubiera pasado como a ti.

    Me referiré ahora a tu frase“……….pero lo que me parece pecado, lamentable y poco agradecido por tu parte es criticar gratuitamente un obsequio de la casa. Además si como dices, hubieras observado bien, te habrías dado cuenta que no es el único entrante disponible en la carta”. La verdad es que no sé que contestarte. Espero que tanta benevolencia y buena actitud la muestres en todos los establecimientos a los que asistes. En primer lugar mi crítica sería gratuita sino explicará el porqué de la misma, quiero pensar que no te has dado cuenta al emplear los términos. En segundo lugar te diré que por mucho que me fijara, el “obsequio” de la casa (Foie) lo trajeron después de haber completado la comanda y 5 minutos antes que el primer plato (Foie), por tanto poco podía hacer que no rozara la mala educación. Insisto en que si el obsequio de la casa son "pimientos de padrón", y eso sólo lo sabe el que lo va a servir, lo mínimo que se le debe pedir es que si el comensal pide de primer plato "Pimientos de Padrón", se le avise; eso es un detalle de profesionalidad.

    Respecto al “milhojas” totalmente de acuerdo en que le deberían llamar “hojaldre”. Y sí, me decepcionó el plato, y no sólo por su nombre sino porque lo que anunciaba y que prácticamente no existía. El nombre “completo” de un plato es lo que te induce a pedirlo o a interesarte por él, y esperas encontrar lo que anuncia, de lo contrario te decepcionas. Te hago una reflexión, si pides una tortilla de gambas y te sirven una tortilla que de gambas sólo tiene el olor ¿Te decepciona el plato solo por su nombre?. Igual es una magnífica tortilla francesa con aroma de gambas, pero ¿era eso lo que ponía en la carta? ¿era eso lo que pediste?.

    En cuanto al tan referido “Lomo de Ciervo….” es difícil ser previsor ante lo que venía en el plato. En ningún establecimiento me han servido una carne con tantísima salsa. El problema reside en que la mora es un fruto ácido y de sabor potente. Si colocas encima de una carne la barbaridad de salsa que nos pusieron, lo que ocurre es que sales de allí sin poder saber a qué sabía el Ciervo, porque la carne estaba impregnada de sabor.

    Por último quiero pensar que mi paladar es tan inconquistable como el tuyo agradecido. Y aprovechando la ocasión, me encantaría leer tu crítica más o menos pormenorizada de este Restaurante cuya visita recomiendas y yo no, así como la de cualquier otro que hayas visitado.

    Un cordial saludo..

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