Grandísima decepción y más aun teniendo en cuenta que venía

Grandísima decepción y más aun teniendo en cuenta que venía avalado por su hermano mayor ’Torrijos’.
No me fío mucho de los restaurantes que no tienen carta en la entrada, pero en fin...
Una vez dentro, pedimos mesa y a pesar de que teníamos reserva, se extrañaron, cosa que no auguraba un buen presagio. Después de consultar no sé a quien o a qué, y como si nos perdonaran la vida, nos dijeron que sí, que podíamos sentarnos a cenar.
El local tiene una original decoración, con las caras más o menos conseguidas de los dueños dibujadas en la pared, pero es excesivamente ruidoso, incluso teniendo en cuenta en todo momento el tipo de local donde nos hallábamos. Además, entraron un grupo numeroso (amigos de la jefa, porque la saludaron) y cuyos gritos, ayudados por la mala reverberación del local, se multiplicaban por 2.
A partir de ahí, todo un cúmulo de despropósitos. El servicio de sala inexperto, con prisas en tomarnos nota, alteración en el orden de los platos, venían varias camareras a preguntarnos lo mismo... Además, se olvidaron de traernos el vino, que al final lo tomamos en el tercer plato. Al menos, de vez en cuando pasaba la camarera y nos preguntaba la prescincible e inútil pregunta de ’¿está bueno?’
La comida (informo de los precios):
- Torrija salada (recomendada por la camarera): una rodaja de pan cortado por la mitad, rellena de queso, con 3 cortadas de jamon ibérico por encima. No estaba mal. (14€!!)
- Calamar relleno: 4 trocitos de calamar rellenos de setas con una salsa casi insipida. (16€!!)
- Brandada de bacalao: servida en un recipiente de aluminio bastente cutre. Nos la comimos en dos cucharadas (11€!!!)
- Paletilla de conejo con ajos: Correcta (9€)
Los dos ultimos platos servidos a la vez y calientes, por lo que no sabíamos cual comer primero y cuando se suponía que la brandada tenian que haberla servido al principio.
Por supuesto, no nos cambiaron los platos.
- Dos postres (4,5€): Tarta de manzana y mousse de limón. Tres cucharadas y desaparecieron. Muy buenos, eso sí.
Aviso: todo esto fue después de decirnos que las raciones, sobre todo en los platos principales, eran abundantes. Jamás habia tenido que comer tanto pan para saciar mínimamente el hambre y eso que no soy comilón.
La carta de vinos aceptable con precios razonables y servicio correcto. Aunque las copas que tienen desde el principio son las pequeñas, y a no ser que lo digas, te sirven el vino en esas.
En resumen, relacion calidad/cantidad/precio inaceptable, sobre todo teniendo en cuenta las caraterísticas del local y el servicio.
Demasiados errores en una noche. Salimos con la sensacion de que nos habian tomado el pelo.
Espero que los encargados del restaurante lean este comentario e intenten subsanar estos errores.
Por mi parte, no lo recomiendo.

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