Mesón del Oso

Bonito edificio en piedra de estilo montañés en el que hotel y restaurante comparten espacio. Tanto el exterior como el interior están bien cuidados y decorados. El recetario es clásico, con especialidades de la cocina de la zona de Liébana. Pedimos el clásico cocido lebaniego, eso sí recomendable tomar una única ración para cada dos, pues son enormes. Presentado con una bonita sopera, esta resultó excelente, aunque un poco fria. A continuación la gran fuente con los característicos garbanzos lebaniegos, pequeños y en su punto, excelentes las carnes y el relleno. Pedimos también chuletón, para mi gusto lo más espectacular. Por 25 euros nos sirvieron un chuletón de un kilo ochocientos gramos, de un tamaño enorme, pero en su justo punto, una carne de sabor delicioso, de gran calidad se fundía en la boca, pese a su enorme grosor. Al postre, obviamente, no llegamos. El servicio del vino es correcto, este llega a su justa temperatura y es adecuadamente servido.

En definitiva buen sitio, si lo que se quiere es comer comida casera bien hecha y sin grandes especulaciones gastrómomicas. Eso sí, la carne de las que más me han gustado. A años liz de otros chuletones probados en asadores o restaurantes vascos de prestigio en Madrid y, además, de mayor calidad y cantidad y a menos de la mitas de precio. Recomendable.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar