Paseando por el barrio antiguo de Santa Cruz de Tenerife, y buscando algún restaurante abierto donde sustentarnos al mediodia, nos encontramos delante de la casa de comidas La Hierbita, una antigua venta que acaba de cumplir nada mas y nada menos que 120 años.
Se trata de una casona del siglo XIX , un poco laberíntica, con diferentes pisos y comedores, y sus techos típicamente canarios, que guarda su encanto de antaño. Tiene también una terraza en la calle y varios reservados. Nos situaron en una mesa, no recuerdo si era el primero o segundo piso, junto a un balconcillo dando a la calle. Mesa muy justa para 4 comensales, con mantel y servilletas de papel, vajilla y cubertería del mismo estilo. No me fijé en las copas porque decidimos beber cerveza. El servicio aunque algo descoordinado, fue simpático, de tipo familiar y amical, como si te conociesen de toda la vida, pero guardando ciertas distancias.
La cocina tiene la distinción slow food Km 0, basada en elaboraciones clásicas canarias, aunque también utilizan productos del exterior si no los encuentran en la isla. Productos de temporada ,buenas materias primas. Ofrecen carta y menús e incluso menús personalizados a la demanda del cliente.
Mientras decidíamos lo que ibamos a pedir, nos trajeron diferentes mojos y un cesto de pan. que colocaron en la mesa con muchas dificultades por falta de espacio.
Optamos por comer a la carta y tomamos :
Para compartir :
Berenjenas a la miel de palma. Plato copioso y bueno
Queso palmero asado con mojos.. La foto corresponde a lo tomado por un comensal. Buen queso pero las papas no eran de primera calidad.
como platos individuales :
Potas en salsa de mojo con papas arrugadas (2) Porción enorme, buen guiso aunque hubiese mejorado si las papas hubiesen sido IGP Tenerife en lugar de patatas de batalla.
Calamar sahariano. Buena ración, aunque ciertas anillas de calamar estaban algo duras y evidentemente las papas no estaban a la altura que hubiese merecido el plato.
Guiso de carne de cabra con papas fritas. La persona que tomó este plato lo encontró bueno.
El pan que acompañó la comida no merece mención. No tomamos postres
Para beber tomamos una botella de agua y 4 cañas de Dorada.
Finalizamos con 4 buenos cafés.
La cuenta ascendió a 23,88 €/persona. Buena RCP. Restaurante para sustentarse y comer mas o menos bien, y pasar un buen momento divertido en buena compañía en una casona del siglo XIX. Es lo que hay.