Después de la pequeña decepción de la vez anterior y animados por los comentarios de otro forero fui otra vez y la impresión fue buena. Cenamos a base de tapas y todas estaban ricas y bien presentadas, las raciones siguen sin ser muy abundantes pero tampoco raquíticas tal y como me parecieron hace unos meses.
Compartimos los calamares a la andaluza, muy bien fritos, la ensaladilla bien conseguida, unas originales patatas bravas, una tapita a base de foie y cebolla caramelizada y un estupendo mollete de Antequera relleno de carne, bocado éste que me gustó mucho y del que me agradaría conocer el origen desde Andalucía a Tarragona.
Los postres me parecieron algo descompensados en el precio con respecto los platos salados, aunque estaban realmente buenos, sobre todo la tarta de queso que acompañan con una buena ración de frutos rojos servidos a pie de mesa; la tatin de manzana algo más floja.
Mantiene el buen servicio del vino a pesar de que la carta es más corta que antaño, se echa en falta más variedad en un local como éste, y que no tenían el vino que pedimos a pesar de aparecer en la misma, espero fuera un hecho aislado. Lo puntuaré como bueno por el momento.
Servicio atento y profesional.
En fin, una buena noticia para los aficionados a la gastronomía de la Imperial Tàrraco que el 20à la Rambla haya recuperado el pulso después de los altibajos que padeció.