Tenia muchas expectativas por ir a comer un buen arroz al Llagut, restaurante situado en el centro histórico de Tarragona, en la Plaça del Rei muy cerca del Pretorio y Circo romano y del Museo Nacional de Arqueologia (MNAT). Primer restaurante del movimiento Slow Food de la ciudad y este año recomendado por la guia Repsol.
El restaurante tiene el aspecto de una autentica taberna marinera en la que se siente uno muy a gusto. Las mesas correctamente separadas las unas de las otras están bien vestidas, con manteles, vajilla y cubertería contemporáneas y copas correctas. Nos situaron en una gran mesa desde la que divisábamos casi toda la sala.
Ese día para el comedor y la terraza solo habían dos camareros, uno de ellos muy agradable y el otro no tanto. El servicio de sala fue correcto hasta que se liaron con los arroces. El servicio del vino no puedo juzgarlo porque no tomamos vino en botella, solo un par de copas bien servidas de un vino blanco de la zona, el único que servían por copas y cuyo nombre no recuerdo.
Tras presentarnos la carta, optamos por compartir todos los platos
Empezamos con un Ajoblanco, aperitivo ofrecido por el restaurante que estaba bueno
Como entrantes tomamos
Musclos al vapor. Mejillones al vapor. En su buen punto de cocción.
Calamarcets saltejats amb all i julivert. Calamares salteados con ajo y perejil. Un solo calamar troceado, demasiado hecho y algo duro.
Ambos servidos al mismo tiempo.
De segundos tomamos dos arroces distintos :
Un arròs melos mariner de gamba vermella de Tarragona. Arroz meloso de gamba roja de Tarragona.
Un arròs sec de calamars, and canyuts i pebre roig bord. Arroz seco de calamares, canyuts ( navajas del Delta del Ebro) y pimentón.
El primer arroz sin ser para tirar cohetes no estaba mal. Las gambas, fresquísimas, estaban deliciosas
El segundo arroz, del que no hicimos ni fotos dada nuestra sorpresa de que nos lo pusieran encima de la mesa cuando estábamos aun a la mitad del primero, complicó toda la logística de la cena. Además este ultimo, para mi no era un arroz seco, era igual de meloso que el precedente pero servido en una pequeña paella. Los canyuts estaban durísimos (demasiado hechos) y los calamares en dosis homeopáticas.
De postres compartimos un Mojito Glasat. Mojito helado. Correcto.
Para beber tomamos dos botellas de agua osmotizada y dos copas de vino blanco.
No tomamos cafés.
La cuenta ascendió a 38,00 €/persona. RCP correcta. No se lo que ocurrió esa noche pero desde luego los astros no se alinearon y no nos permitieron disfrutar de la cocina de este reputado restaurante de arroces.