Actualización de este restaurante del que no se ha escrito ninguna opinión desde hace nueve años, ya tocaba.

El restaurante cogió el nombre de la actividad que antaño se desarrollaba en el mismo, la fábrica de hielo que proveía del mismo a los pesqueros que salian a pescar

Habiendo reservado con varios días de antelación en este clásico de Palamós con una inmejorable y céntrica ubicación justo sobre el puerto pesquero y la lonja, habíamos quedado citados con unos amigos a los que hacia tiempo no veíamos, en el momento de la reserva especificamos que nos ubicaran en la terraza cubierta, muy cómoda y bien acondicionada, nos situaron en una amplia mesa redonda vestida con mantel blanco así como las servilletas con buena y moderna cristaleria. El local completó todo su aforo y rechazó bastantes peticiones de mesa que no tenian reserva.

Optamos por compartir los primeros y pedimos

- 2 raciones de calamares a la andaluza, muy buenos

- 2 raciones de salteado de sepionas con cebolla setas y judias de Santa Pau, buenas pero las encontré muy duras.

Los segundos fueron

- Arroz de sepia y carpaccio de gambas, mi mujer lo encontró muy bueno, destacar que a pesar de que en carta hacian constar mínimo dos raciones, se saltaron esta absurda y extendida norma y nos ofrecieron servir una sola ración.

- Escórpora a la plancha servida en filetes acompañada de verduritas a la brasa, el pescado muy fresco aunque para mi gusto un poco pasado de cocción.

- Rape al cava con setas, buena ración

- Guisantes lágrima con kokotxas de bacalao y butifarra negra, por los comentarios muy buen plato.

Postres

- Tiramisú, muy bueno

- Sorbete de naranja con Cointreau.

Terminamos con cuatro buenos cafés y un chupito de orujo de hierbas y uno de whisky de malta.

Para beber una botella de agua de un litro y un botella de Les Brugueres Blanc, D.O. Priorat elaborado por la Conreria d’Scala Dei en la localidad de este mismo nombre, el servicio consistió en descorche cata y primer servicio.

El servicio fue correcto sin más

Olvidé hacer las fotos de los primeros platos y del vino, de este último subiré la foto de una botella que tomamos en otra ocasión.

Resumiendo un  local bien conservado, con una buena oferta gastronómica de muy buen producto y con precio acorde a todo ello, para repetir y recomendar

restaurante clásico pese a ser de este siglo...con propietarios que decidieron, acertadamente, trabajar el pescado, las gambas...convirtiéndolo en su core business.

restaurante céntrico
con diseño clásico/moderno
camareros uniformados
mesas bien vestidas, copas y mantelerías correctas, loza diversa e interesante.

carta de platos marineros con ganas de gustar, yendo más allà de lo típico...tienen lubina sí, como todos, pero tienen gallo de san pedro, dan alcachofas fritas sí, però cortadas diferentes, con jamoncito, parmesano...

ganas de gustar y hacer algo más....

relación calidad precio correcta...es pescado fresco con lo que el precio no es bajo....pero tampoco te funden de caro...

las raciones es quizás lo único que incrementaría un poco... no exageradamente, pero sí algo más... van algo justos.. y eso sí que incide en la percepción del precio....

el servicio correcto, amable y cercano/distante con la cantidad justa...

carta de vinos tradicional, servicio simple... pero bueno... nada más...

recomendable y guardado en la memoria para repetir.

Repetimos visita a este restaurante muy del gusto de mi señora esposa.
Con motivo de la festividad de San Valentín reservamos en este restaurante al que hemos ido varias veces y siempre nos ha gustado.
Anoche estaba bastante lleno, nos atendieron con alguna lentitud pero no excesiva.
Compartimos unos entrantes compuestos por una ensalada de pulpo aderezada con un ligero alioli, algo escasa pero muy buena. Y unas vieiras con foie estupendas.
De plato principal ambos pedimos merluza con calamares , buena ración , presentación y gusto.
De bebida una botella de Alonso del Yerro tinto de ribera, servicio y copas correctas.

Si es cierto que ha ido subiendo precios desde que lo conozco, casi desde que abrió, pero aun asi y tratándose de su ubicación, tiene una relación calidad precio muy buena.

Optamos por el menú degustación para cenar, que salia por 35 euros cada uno con vino incluido.

De entrantes uno eligimos uno jamon ibérico, y el otro salmon marinado, muy bueno. Luego los dos gamba roja de palamos (tamaño medio) y luego podias elegir carne o pescado. Postres caseros y todo ello regado con un vino más que aceptable. En nuestro caso elegimos rosado ya que hacia calor y nos apetecia algo mas fresco.

Cenamos en la terraza muy a gusto. Muy bien servidos y con una calidad exquisita. Seguiremos volviendo y volviendo y...

Fuimos a este restaurant buscando un sitio donde comer enmedio del gran surtido de menús de mediodia en la zona del puerto. La decoración es muy cuidada y con una cubierto muy ventilado nos encontramos muy a gusto. Al sentarnos nos ofrecieron el pescado del dia, donde habia una preciosa lubina, nos entro muy bien por los ojos y nos la partimos a la brasa. de primero compartimos navajas a la plancha de un tamaño discreto, de postre un buén biscuit con chocolate.