Menú para 6:
2 botellas Viña Alkorta Crianza; 2 botellas de agua; 2 de huevos rotos con patatas pobres y foie -bastante bueno-; patatas bravas y patatas con queso de cabra -bien-; boquerones (unidad)-tomadura de pelo-; una ensalada -sosa-; una de camembert con arándanos -sabroso- y una de puntillas -sosa.. De postre para compartir una de chocolate -sabía a tigreton-, otra de queso con mermelada -muy buena- y tiramisú -demasiado café-.
El servicio agradable pero poco coordinado (nos ofrecieron café hasta 4 veces).
El lugar agradable, la terraza está bastante bien. La cristalería mal y las mesas algo pequeñas si quieres compartir.
En general un buen sitio para una cena informal un día entre semana.

Está claro que es un sitio informal y no se trata de pedir nada más de lo que te pueden dar. El local es demasiado pequeño para la cantidad de mesas que hay. No hay intimidad y las mesas son muy pequeñas , estando prácticamente pegadas. raciones muy generosas pero comida bastante insipida en conjunto. Nada destaca sobre nada.Camarero agradable pero no muy eficiente. El servicio del vino es prácticamente nulo con carta muy pequeña y cristaleria muy deficiente. Lo dicho , para una comida o cena muy informal y que vayas mas a llenarte que a disfrutar.

Poco que añadir a los comentarios anteriores.
Un buen sitio para cenar de picoteo a un precio muy correcto.
Anoche, media tabla de quesos, revuelto de morcilla de burgos y croquetas de espinacas, maiz y parmesano, compartiendo como último plato un generoso entrecot.
Carta de vinos centrada en riberas, riojas y valencianos a un precio bastante comedido; tan sólo un vino argentino, Lurton Malbec Reserva 2006, que estaba muy rico.
Coperío de batalla.
Todo, 25 € pax.
En definitiva, recomendable.

Agradable local, tipo taberna, en el que sirven unas cuantas referencias de vinos por copas.
Fuimos a tomar un aperitivo y acabamos comiendo ahí por que estaba todo bastante conseguido y nos encontrábamos a gusto.
Amable y rápido el servicio.
En resumen, un lugar desenfadado, un tanto "apretaillo", donde pasar un buen rato con una buena RCP (+/-30€ catando varios vinos).
Aunque el servicio del vino, aún siendo correcto es mejorable, lo califico con un 4 por la posibilidad que te dan de tomarlo por copas.

No coincido mucho con el comentario anterior. para mi hay que valutar el restaurante en base a lo que pretende ser, no a lo que queremos que sea.
el local es una taberna, como bien indica el nombre, y aunque algunos fallos como la limpieza de las copas puede ser imperdonable por algunos, creo yo que lo mas importante en este tipo de lugares es la comida ante todo y la relacion calidad precio, algo que para mi es sobresaliente en este caso. nada que ver con muchas tabernas ’’de lujo’’ donde por el morro te clavan precios de restaurante, pur teniendo defectos como separacion nentre mesas nulo y servicio del vino deficitario.
lo dicho, para mi no es un lugar exento de defectos, peró desde luego sus virtudes destacan y no deja de ser un sitio muy recomandable.
un pequeño apunte: por lo que he tenido ocasion de comprobar los platos son todos caseros, algo muy importante en un sitio como este.

Suelo visitarlo una vez al mes para comer y no defrauda nunca a pesar de que su carta sigue idéntica. No dispone de menú del día, pero sí elaboran un "plato" del día, que suele ser un arroz.

Las raciones no son ni generosas ni justas y se acoplan al precio que fija la carta. Tiene la opción de pedir vinos por copas y dispone de una aceptable variedad de caldos. Las materias primas son de buena calidad, el punto de cocina correcta y la presentación trabajada. Todo ello sin pasar de 15 euros por persona, inclyendo postre –excelente tarta de chocolate con dulce de leche argentino como sus rectores- y café a 0.95 euros, precio casi imposible de encontrar en otros locales. Y si le echas cara, la casa invita a un chupito.

La atención y el trato es de lo más amable sin empalagar. Lo menos bueno, la distancia entre las mesas y el aparcamiento, aunque hay ORA en las inmediaciones y a partir de las 14 horas suele haber sitio.

Estuve cenanado en la Mora hace unas semanas con unos amigos y, como se lee en el anterior comentario, me parece un lugar apropiado para esas cenas en las que queremos dejar a un lado la pompa y circunstancia. El local invita a relajarse y a disfrutar de la conversación y los amigos mientras se come y bebe algo. Tomamos dos tipos de ensaladas, embutidos y jamón, foie... Bien.

Muy de acuerdo con la amabilidad y simpatía del personal. A nosotros nos permitieron traernos el vino de casa (gran detalle), pero pude observar en las mesas adyacentes que se da un buen trato a los mismos.

Muy bien de precio.

Interesante local donde se puede almorzar, comer, merendar y cenar.
Las principales bazas son los vinos (excelente seleccion de vinos por copas) las tapas, los embutidos y jamones. Recomendable tambien el plato del día. Todo esto unido a unos precios mas que razonables (casi ningun plato pasa de los 10€) y a un servicio muy amable (aunque algo lento) hace de este local una opción recomendable.