Restaurante Mesón de Pincelín en Almansa
Restaurante Mesón de Pincelín
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
30,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos noche, lunes, semana de Pascua y tres primeras semanas de agosto
Nota de cata PRECIO MEDIO:
42 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.4
Comida COMIDA
6.8
Precio medio entorno ENTORNO
6.0
RCP CALIDAD-PRECIO
6.1
Opiniones de Mesón de Pincelín
OPINIONES
16

Que pincelín sea un clásico no le quita méritos. Que a veces la gente va donde dice Vicente también es verdad, pero por algo será. Matería prima muy, muy correcta. Posibilidad de tapeo en barra o mesas altas muy interesante, gazpacho muy correcto. Con trozos de carne de conejo visibles, con perdices, algún higadito y rovellons de bote, pero muy fino. La carta clásica pero muy bien resuelta. Se nota que llevan 40 años haciendo lo mismo o parecido. Nosotros la ensalada la encontramos sublime, cogollos con salazones, Raff etc... todo de calidad. Unos piquillos rellenos de merluza, pues eso como los harías en casa. Gazpacho correcto. Postres flojos para el nivel general. Hojaldre con crema, tarta de chocolate porcionada...
El vino a mejorar. Copas Rona sencillas, carta muy subida menos los manchegos... Servicio muy eficiente y cordial.

Como avanza ideal para celebraciones y quedar bien... Además barato si no te pasas...

Como se comenta anteriormente un restaurante con guiños de clasicismo, mucha madera( vigas, barricas, sillas, varandillas...) pintura rustica, lamparas de forja etc.Bien para el que le guste esta decoracion.
En la mesa sorprende una carta a todo color, bien resuelta y algo subida de coins...la carta de vinos es muy extensa y variada con algunas referencias de alto nivel.
A la boca pasaron los aclamados torreznos de aperitivo, acompañados de almendras, una ensalada de cogollos con ventresca y anchoas, plato de queso manchego, un gazpacho manchego, un potaje de verduras con albondigas de bacalao, y una surtida y deliiosa cesta de pan.
El vino fue un Tudon's crianza especial shyraz.
Postre surtido de frutas.
Unas infusiones acompañadas de pastitas caseras muy ricas.
La comida es correcta ni mas ni menos.Eso si el servio fenomenal.

Son muchos los que conocen Almansa; y buena parte de ellos conocen Almansa por su excelente restauración. Pincelín es un referente manchego en Almansa. Detalles abundantes, entorno amable, buen trato y cuidado del producto. No es un restaurante moderno, ni cocina creativa ni de autor. Es cocina de la Tierra. Allí nos desplazamos, para conocer de primera mano el establecimiento. Los entrantes fueron lo mejor de la jornada: ensalada de perdiz, de las mejores que he probado; níscalos a la plancha, estamos en el tiempo de las setas y la casa sabe cocinarlos estupendamente; bacalao a la guipuzcoana, buen bacalao en una presentación correcta. Los segundos no fueron muy impactantes, pero todos ellos estuvieron a un gran nivel: el gazpacho manchego, que a mí sí me gustó y mucho (ver foto); carrillera de ternera, exquisita deshaciendose en boca; manitas de cerdo, deshuesadas y pasadas por la sartén rebozaditas, muy buenas. Los postres convencionales. Bebimos un vino de la tierra: Vega de Adaras 2005. El servicio del vino es mejorable.

Todo un clásico, como dicen en comentarios anteriores, ubicado en un torreón con aires medievales.
Se trata de un mesón-restaurante de mucho nivel, con unas buenas instalaciones mejorables en la distribución de las mesas, y un excelente servicio.
Comida manchega típica con el protagonismo absoluto del Gazpacho Manchego servido sobre la propia torta, que me decepcionó dadas las expectativas con las que acudí a la cita. Los he probado mejores en la misma localidad. Estaba bueno, delicado, pero un poco light, falto de la contundencia y potencia que a mi juicio debe tener este plato.
Los entrantes, sabrosos: queso frito, ensalada de perdiz y una creación de la casa compuesta de queso fresco, guindilla, pimiento rojo y anchoa con abundante aceite de oliva (aunque lo mejor, sin duda, son los deliciosos torreznos con los que te obsequian en el aperitivo).
En la carta de vinos destaca la presencia de los buenos caldos que se crían en la zona de Almansa (mucha garnacha y monastrell, además de tempranillo). Degustamos un Matamangos 2005 interesante. Servicio del vino, inexistente.
RCP: bien, 50€/pax.

Brilla la selección del producto y una presentación cuidada. nada de sofisticaciones. Aquí impera la tradición, pero con una gran cocina. Vitrina super atractiva con marisco fresco (aunque nosotros no venimos a eso).

Cervezas en la barra con cortezas de cerso (sabrosísimas) y ahumados. En la mesa foie, queso, jamón, revuelto de níscalos, lomo de orza y ensalada de perdiz escabechada. De plato gazpachos con perdiz, níscalos y caracoles (para mi lo mas flojo, siendo una de sus especialidades), postres al centro (impresionantes el souflé y el helado de trurron de 10), varias botellas de Viña Consolación (la Mancha), cafés, copas varias... Todo por 65 €/pax. Buena RCP porqué todo muy bueno (jamón, lomo, postres...).

El local no es de mi gusto: clasicón al 100%. Lipio, esos sí, limpísimo. Vajilla clásica, buena mantelería, copas...

Carta de vinos extensa (un pequeño libro); muchos vinos manchegos. Falta algún catalan más, toros, bierzos... Buen servicio.

El servicio en general excelente: muy amables, profesionales (demasiado serviles, incluso), genial.

Acudimos atraídos por la recomendación de la Guía Michelin que lo describe como "todo un clásico".

Ambiente cuidado y recién renovado.
Decoración rustica pero agradable: ladrillo, estuco y madera combinados. Cristaleria adecuada (Rona).
Carta de vinos interesante. La ausencia de algunas referencias se compensa con un buen repaso a los vinos del lugar.
Degustamos un Castillo de almansa, crianza 2001, !tan sólo 6€!. Paladeo suave, sin aristas. Nos deja una sensacion final de redondez, para repetir en la proxima oportunidad.

En la cocina quedamos gratamente sorprendidos con unas verduras a la plancha con queso fresco, carrillada de ternera: deliciosamente tierna, acompañada con uvas y cogote de merluza al horno acompañado con verduras salteadas.
En los postres degustamos un soufflee de melocoton que resulta ser un regalo de fruta al paladar, tiramisu, para el que emplean mascarpone, como mandan los cánones, resultando muy agradable su textura, pero cometen el error de servirlo congelado, una lástima.
Precio: 42€ por persona.
Resumen: Para repetir sin duda. Ideal para hacer la parada de rigor, yendo de camino desde el centro hacia la zona levantina.

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