Habíamos guardado un buen recuerdo de nuestra ultima visita al restaurante El Roser 2 de L'Escala en el 2014 y decidimos volver nuevamente a visitarle aprovechando nuestra estancia en la zona durante el fin de semana del 14 de julio.
Reservamos para ir a cenar el sábado 15 de julio a las 20h30. Me permito colgar el mismo preámbulo, con algunas modificaciones, que hice en mi comentario del 2014.
" El restaurante está dirigido desde el año 2005 por los hermanos Sabadi. Al frente de los fogones se encuentra el chef Jordi Sabadi Vilà, artífice de una cocina empordanesa y marinera creativa.La sala está dirigida por Rafael Sabadi Vilà. Este ultimo es al mismo tiempo el sumiller, de reconocido prestigio, ganador de diferentes concursos de catas y catador oficial de CMB (Concurso Mundial de Bruselas)."
El restaurante está situado en el Paseo Marítimo, frente al Mare Nostrum. Esta vez nos instalaron en la terraza exterior desde la que divisábamos perfectamente el mar. Las mesas están muy bien vestidas, buena vajilla y cubertería, buenas copas. El servicio de sala en esta ocasión no estuvo a la altura. La carta de vinos es muy extensa, tienen mas de 600 referencias y para cada tipo de vino tienen un tomo diferente. El servicio del vino en la terraza, se limitó al descorche y primera cata.
Ofrecen diferentes menús y la carta. En esta visita optamos por esta última.
Mientras esperábamos nos trajeron, como en el 2014, 2 copas de cava y 2 rebanaditas de pan tostado para cada uno con tomate y anchoas de L'Escala asi como unas aceitunas rellenas , de verdaderas anchoas.
Nos sirvieron igualmente, el pan que iba a acompañar la cena, un buenísimo pan con tomate.
De primeros tomamos :
Tartar de gambes de Roses amb fons mari Tartar de Gambas de Roses con fondo marino... Cuando estuvimos en el 2014 este plato lo tomamos como tapa formando parte del menú degustación. Muy bueno y muy bien presentado. A MC le encantó.
L’amanida d’espardenyes: tallades a tires, fregides amb bolets confitats i vinagreta de tomata Ensalada de "espardenyes" cortadas en tiras, fritas con setas confitadas y vinagreta de tomate. Buen producto. Me encantan les "esperdenyes" pero nunca las había comido así, encontré el plato algo insípido, para mi gusto les faltaba algo mas de marcha.
De segundos, nos decidimos ambos, por uno de los pescados salvajes del día :
Gallineta (Scorpaena Scrofa) a la donostiarra Cabracho a la donostiarra. Un verdadero desastre. Primeramente decir que el pescado no estaba preparado a la donostiarra como anunciaron sino a la plancha con algunos ajos fritos. Las patatas estaban incomibles, crudas. Mi pescado aunque tenia buen sabor la cocción no era uniforme y el de MC estaba mas seco y al centro con sangre. Pienso que no fue una buena opción haber cocinado a la plancha al tratarse de un pescado muy grueso. Nada mas servirnos el plato le comentamos al camarero que las patatas estaban crudas(la sangre la vimos al final)a lo que nos dijo que iba a informar inmediatamente a la cocina. Aun le estamos esperando...
No puedo imaginar que el chef estuviese esa noche en la cocina, debía de ser su día de descanso... porque ésta no estaba a la altura de nuestras anteriores visitas(he publicado una... pero hemos estado varias veces), ni del plato Michelin, ni de la recomendación de Repsol...
Cuando el camarero vino a pedirnos si tomaríamos postre le hice saber mi indignación y solicité la presencia de Rafael Sabadi,jefe de sala y sumiller para pedirle explicaciones. Tras una larga conversación se disculpó, reconoció su error y solo nos cobró los entrantes y un plato de pescado. El otro plato, el vino y el agua mineral tampoco nos lo cobró y quiso invitarnos al postre, al café y a unos chupitos, pero no aceptamos.. Reacción digna, educada y comercial de su parte.
El vino que acompañó la cena fue un crianza Blanc de Gresa 2013 DO Empoprdà Celler Vinyes d'Olivardots, Cepajes : 60% Garnatxa blanca, 30% Garnatxa roja y 10% Samsó blanc. Crianza: Solamente se crían en madera las variedades de Garnatxa durante 8 meses en barricas nuevas de roble francés de 500 litros sobre sus lías con continuos battonages. El Samsó lo hace en cubas de acero inoxidable con sus lias. Las cepas tienen entre 90 y 110 años. Me pareció muy potente, elegante, fresco, largo en boca y muy mineral.
La cuenta ascendió a 41 €/persona. En esta ocasión no puntuaré ... Espero que esta experiencia corresponda solamente una mala noche... Siempre habíamos comido muy bien. A destacar la honestidad y el "savoir faire" de Rafael Sabadi delante de una tal situación. Tal como le dije cuando nos marchamos, volveremos para quitarnos ese mal gusto de boca y sobre todo para comprobar que efectivamente se trató únicamente de una cena para no recordar.