Está situado unos metros más allá de Els Tinars, en el mismo lado de la
Está situado unos metros más allá de Els Tinars, en el mismo lado de la carretera. Es un restaurante pequeño pero acogedor. Muy cuidados todos los detalles en la decoración, la vajilla y las copas. Carta de Vinos amplia y servicio muy esmerado. Tomamos Castell del Remei 2004. A mi me encantan los Costers del Segre.
Pedimos el menú degustación: recoge los mejores platos de sus 5 años de vida. Cocina creativa con raices tradicionales catalanas. De aperitivo: Corteza caramelizada y Crujiente de paella; Entrantes: Jugo de Granada, Salmón con ceps y piñones, y croquetas de sureny; Primeros: Tartare de gambas con huevo duro y aguacate, Hoja de col con carne de perol y asado (exquisito) y un Arroz con salchichas y trompetas de la muerte ALUCINANTE... absolutamente sensacional. Segundos: Bacalao confitado con purrusalda (muy buen punto de cocción), y un Civet de jabalí con parmentier de trompetas sorprendente. Postres: Mousse de chocolate con platano y regalíz.
Muy buen servicio: eficiente, discreto y atento. Nada engolado ni agobiante. Pasamos muy buen rato.
La relación calidad precio está muy bien: 42 euros bebidas aparte. No tengo una gran experiencia, pero me parece muy recomendable.